Un ciudadano discapacitado de 55 años interpuso el pasado
jueves una reclamación ante la naviera Balearia por el trato
recibido a su persona esa misma noche cuando viajaba a la
ciudad autónoma desde Algeciras.
J.H.C, que viajaba en silla de ruedas con su esposa,
denuncia que recibió un trato poco correcto por parte de la
naviera que, llegando quince minutos antes del embarque no
le permitió acceder al barco de las nueve de la noche. Así,
una vez adquiridos los billetes para viajar en el último
ferry en dirección a Ceuta, a las 23.00, se le informó de
que se pondría a disposición una silla de ruedas. Al exponer
que no era necesario, ya que contaba con la suya propia, el
personal de la compañía le dijo que no podría prestarle
apoyo en el embarque si no era con una silla de Balearia,
con lo que el viajero se vio forzado a alcanzar como pudo el
ferry en su silla manual, junto a su mujer y cuatro maletas.
“La naviera ha de cumplir una normativa de apoyo a las
personas de movilidad reducida, es un imperativo legal”,
lamenta el viajero, a quien finalmente ayudó la misma
persona que estaba efectuando el embarque de pasajeros. “No
solo no se cumple la normativa, sino que no hay autoridad
que se la haga cumplir”, dijo el pasajero en la tarde de
ayer a este medio, todavía afectado por el desgaste físico
de la noche anterior. “La vulnerabilidad que te hacen sentir
es muy desagradable”, dijo el hombre, acusado de
poliomelitis infantil desde los 17 meses. El ceutí esperará
una semana para recibir una respuesta de la naviera a la
reclamación interpuesta. De no recibirla, iniciará un
procedimiento de denuncia judicial.
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