PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 4 DE JULIO DE 2012

 
OPINIÓN / ANALISIS

Las mafias de los partos: un caso por resolver

Por Nuria de Madariaga


Se sabe todo: que, pese a contar con un buen centro de salud en Castillejos, las embarazadas marroquíes siguen acudiendo a dar a luz en Ceuta, convenientemente preparadas y adoctrinadas, que lo hacen con el propósito final de inscribir al nacido en el Registro Civil de Ceuta porque “les han vendido” que pese a ser extranjero e hijos de extranjeros esa simple inscripción le otorgará derechos en un futuro y también se sabe que las estadísticas no casan, hay más inscritos extranjeros que partos de extranjeros en el Hospital, lo que predica la existencia de certificados de nacimiento que van a parar a manos de las mafias que ya saben qué hacer con ellos.

¿Y que pueden hacer los funcionarios y el secretario del Registro Civil? Estrictamente nada, porque ni son la Udyco para investigar caso por caso y certificado por certificado, para ver cuales son auténticos, ni son tampoco la Policía Científica capaces de determinar previo análisis si un documento es o no falso y se pueden incoar Diligencias Previas por delito de falsedad. Los del Registro Civil que, pese al exceso de trabajo, funcionan de maravilla, tan sólo pueden examinar con lupa el que cada inscripción de extranjeros cumpla los requisitos y así mismo en las misteriosas inscripciones “fuera de plazo”. En el Registro mucho formalismo, pero por encima de él una ley absurda y carpetovetónica que “obliga” a inscribir a los extranjeros cuyos progenitores no son residentes ni tienen lazos de ningún tipo con España, en lugar de derivarles a ser inscritos en sus consulados o en su país de origen directamente. Lógico que dentro de las reformas prometidas por el nuevo Gobierno se modifiquen artículos del Código Civil y así mismo se excluya de cualquier tipo de inscripción ni empadronamiento a extranjeros que no tienen en nuestro país ningún derecho al no cumplir los requisitos exigibles. ¡Caro nos costó en su día el “papeles para todos”! Eso motiva el que paralelamente a la concienzuda investigación que está llevando a cabo la Policía y con cuyos resultados nos vamos a quedar espantados, nuestros senadores y nuestro Delegado de Gobierno comiencen, de común acuerdo con Melilla que sufre idénticos embates de las mafias de los partos, a proponer a los legisladores las modificaciones legales que son totalmente imprescindibles para acabar con los fraudes, cortarle las alas a quienes llevan años haciendo un lucrativo negocio con el tema de partos e inscripciones y que lo que se legisle sea aplicable con efecto retroactivo es decir, que se ordene anular inscripciones sospechosas de ser fraudulentas, así cómo empadronamientos dudosos. Se impone una reacción con visos de operación bien coordinada, porque la ciudadanía se encuentra furiosa y no puede comprender el silencio culpable, la permisividad babosa y la omisión del deber de perseguir los fraudes, que a la postre son delitos puros y duros, por parte de quienes “se supone” que existen y cobran, cómo cargos electos o cómo servidores públicos, por garantizar los derechos y las libertades de todos los españoles y uno de nuestros primeros derechos es que no nos mientan, ni nos defrauden y menos aún que nos tomen por tontos del culo. La pasividad en este asunto es muy mal recibida, por más que se trate de explicar que toda investigación lleva su tiempo y que nos encontramos ante un tipo de tramas internacionales muy consolidadas y asentadas por la falta de aplicación de las leyes, piensan muchos que cuando comiencen las detenciones va a faltar espacio en la cárcel de Algeciras para los imputados. La clave está en una actuación multidisciplinar: Policía Judicial e Información por una parte y presión para la reforma legislativa por otra, funcionando coordinados por el Delegado de Gobierno en varios campos de forma simultánea. Pero no hay que dilatar demasiado la desarticulación de la trama porque hay exasperación,mucha.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto