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cultura - MIÉRCOLES, 4 DE JULIO DE 2012


jornada de trabajo en las Murallas Reales. cedida.

patrimonio
 

Las Murallas Reales se quedan sin mantenimiento debido a los recortes

Los seis trabajadores que se encargaban de
la conservación fueron formados por la Ciudad y ahora están en el paro
 

CEUTA
V. Saura

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los trabajos de mantenimiento que se han realizado durante los últimos años en las Murallas Reales se pararon en el mes de abril cuando se acabó el contrato de las seis personas formadas en trabajos verticales que desarrollaban esta tarea. Ahora, estos jóvenes cuyas edades oscilan entre los 20 y los 25 años, advierten de que no se puede abandonar las Murallas Reales y reclaman un puesto de trabajo para los que dicen que la Ciudad Autónoma les formó específicamente. Los seis formaron parte del grupo de quince alumnos que participó en la escuela taller ‘Rafael Sánchez Nogués’. El proyecto, que empezó en diciembre de 2007 con una duración de dos años, tenía como objetivo formar a jóvenes desempleados en trabajos verticales.

Después del curso, se eligió a los seis mejores alumnos para que se encargaran de la restauración y el mantenimiento de las Murallas Reales. El Plan de Empleo fue la fórmula por la que se optó para contratar a estos jóvenes que estuvieron seis meses trabajando a través de este programa para luego ser contratados otros seis meses en colaboración social, volver al Plan de Empleo otro semestre y terminar seis meses más con un contrato de colaboración social, tal y como explica uno de ellos, Álvaro Díaz. Al acabar estos dos años con alternancia de contratos, la Ciudad empleó al grupo a través de Patrimonio por dos meses, de febrero a marzo. Desde entonces, se ha parado el mantenimiento de las Murallas Reales. Díaz alerta de que este emblema de la ciudad, “corre el riesgo de deterioriarse y entonces será más caro arreglar lo que se podría haber mantenido”.

Además, este ex trabajador explica que cuando se caigan las piedras que están sueltas “no se podrán reponer”, mientras que las hierbas incrustradas en las rocas seguirán ampliando las grietas. Después de cuatro años, entre el curso y los contratos, estos jóvenes se siente “defraudados” después de quedarse en la calle y esperan que pronto se solucione su situación. Aunque ya han hablado con la Ciudad para intentar trabajar a través del Plan de Empleo, esta opción no es válida hasta que pasen otros dos años.
 

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