Uno no está acostumbrado,
últimamente, a que le den buenas noticias los gobiernos de
turno y, especialmente, los últimos del PSOE le tenían a uno
en vilo, cada vez que abordaban un tema importante, porque
ya se sabía que lo tocaban para poner la situación peor.
Del Gobierno actual, el de Rajoy, lo único que hemos tenido
han sido sobresaltos con los giros y más giros que han dado
y están dando a la economía.
Por eso, hace un par de días, a los que nos dedicamos a la
enseñanza, el ministro de Educación Wert nos ha puesto, un
poco, los dientes largos con el nuevo plan que presentan
para la Educación y que va a romper con todas las chapuzas
que ha llevado a cabo el PSOE en sus años de gobierno.
Espero y deseo que el PP ponga una educación en su sitio, y
que lo que hemos tenido y seguimos teniendo pase a mejor
vida.
Y es que la Educación, desde los últimos años del régimen
del General Franco, ha sido el patito feo en nuestro país.
Por aquellos años 60 y pico, un ministro Villar Palasí con
sus secuaces, la señorita Galino, el perro tonto más
impresentable que he conocido en Educación, pedagoga o
seguidora de la Pedagogía, pero sin saber lo que era un aula
y el ínclito Díez Hochleiner, rompieron por completo un buen
Bachillerato y montaron una pantomima como fue el BUP. Así
entrábamos en la vorágine más desastrosa de la enseñanza
porque, a partir de aquí, parecía que se había abierto la
veda para que cada ministro lo fuera haciendo peor, y como a
ese Ministerio han llegado muchos muy torpes, lo que ha
sucedido es que se ha ido poniendo cada día un poco peor.
Lo que han hecho los ministros del PSOE con la Enseñanza ha
sido un ultraje tras otro, hasta llegar a lo que tenemos
hoy, que es lo peor que se podía haber soñado.
Pues bien, ahora Wert parece que quiere ir por el buen
camino, sin recortar los años hasta los que la Enseñanza
tiene que ser obligatoria, pero desbloqueando un sistema en
el que “el vale todo” va a dejar de existir.
Seriedad, equilibrio y buen camino es lo que se propone y
para ello comienza a montar una serie de filtros,
llamémoslos reválidas, para pasar de unos grados a otros y
para que cuando se llegue a la Universidad sea por el camino
recto y con las bases que hoy no hay.
¿Hasta donde se va a poder llegar?. Hoy es aventurado
poderlo saber, pero lo que sí es claro es que a peor no
podemos ir, con lo que todo lo que sea mejorar ya lo damos
por válido.
Tres reválidas más la posibilidad de que las universidades
hagan sus propias pruebas a los que quieran estudiar en
ellas nos tienen que llevar a tener más base y, a partir de
ahí, cuanto más mejor.
Y las becas. Tema importante para el que las merece, pero
ese merecimiento debe venir por el camino del conocimiento y
del trabajo, no por el camino de recibir beca uno con tres
suspensos, porque su economía es corta.
La economía puede ser muy importante, pero para mantener una
beca lo más importante es el haber aprovechado el tiempo con
buenas notas, todo lo demás ocupará un tercer o un cuarto
lugar, no hay más que hablar.
Y es que eso puede gustar o puede que no agrade a muchos,
pero, sin lugar a dudas, es el camino recto.
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