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sociedad - DOMINGO, 1 DE JULIO DE 2012


Carmen Peña junto a Antonio J. Ruiz. f.r.

  ENTREVISTA / Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Farmacéuticos
 

«El farmacéutico ha llegado ya
al límite de sus posibilidades»

La presidenta del Consejo General del
gremio, Carmen Peña, recuerda que en
los últimos dos años ha habido cinco
Reales Decretos Ley y alerta de que si
se destruyen las farmacias, se termina
con el acceso a los medicamentos
 

CEUTA
Patricia Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Es el primer viaje que Carmen Peña realiza desde que fuese elegida, por segunda legislatura consecutiva, presidenta del Consejo General de Farmacéuticos, un cargo que lleva, asegura, con “honor”. El viernes, Peña mantuvo un encuentro con los farmacéuticos ceutíes, en un acto de celebración del 75 aniversario del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta. Los profesionales le transmitieron su preocupación por la entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2012, sobre el nuevo modelo de aportación farmacéutica, que entra en vigor hoy, aunque será aplicable desde mañana como primer día laborable. Peña destacó que el sector ha pasado por 23 medidas en los últimos doce años; en concreto, cinco Reales Decretos Ley estos dos años.

Pregunta.- . ¿Cuál es el motivo de su visita a Ceuta?

Respuesta.- Llevo 25 años en distintos puestos del Consejo y Antonio [Antonio J. Ruiz, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta] me dijo que viniera para el 75 aniversario del Colegio de Ceuta, lo que hemos unido a mi reelección al frente del Consejo.

P.- Ayer se reunió con sus colegas, ¿cómo está el ánimo en la profesión?


R.- El farmacéutico en general está preocupado por la situación económica, España ha tenido en estos últimos años un empobrecimiento muy importante. Por otro lado, existe una responsabilidad porque somos unos profesionales de la salud que tenemos que asegurar que el medicamento llegue en condiciones de equidad y de igualdad a la población, y eso está por delante de nuestra propia preocupación.

P.- ¿Cómo valoran los farmacéuticos las nuevas medidas que entrarán en vigor a partir del lunes?

R.- Son unas medidas muy complejas. El Real Decreto Ley ha pasado por el Parlamento español y es muy global, pero su parte central es el aseguramiento en España, la figura de quién está capacitado de recibir todos los servicios que el Sistema Nacional de Salud da dentro de España. La cantera de servicios es la parte, quizás, más importante del decreto. En la parte de la aplicación es en la que los farmacéuticos nos preocupamos porque estamos a pie de calle viendo la situación del paciente. Dos millones de ciudadanos entran todos los días por las farmacias españolas. Nuestra preocupación es que la aplicación de cómo tiene que cambiarse el modelo de aportación del beneficiario perjudique lo mínimo, cómo a día 1 de julio se pone en marcha todo este aplicativo. Es un cambio muy importante y tenemos la preocupación de que, sobre todo la gente mayor, los polimedicados, los dependientes, entiendan cómo va a ser.

P.- ¿Piensa que ha habido tiempo suficiente para adaptar el sistema a esta nueva medida?

R.- El tiempo ha sido corto porque el impacto económico del Real Decreto Ley con respecto a la situación económica ha hecho que tuviera que ser extremadamente corto. Quizá hubiéramos necesitado más tiempo para su aplicación pero la situación económica del país con respecto a Europa ha sido un proceso superior que nos ha obligado. Tenemos que buscar hasta dónde podamos paliar esa falta de tiempo, ya que conlleva también una falta de tiempo para haber hecho campañas informativas. Lo haremos lo mejor posible dentro de que sabemos que los problemas se van a dar.

P.- ¿Existe temor a que se abra una puerta a enfermedades más graves si la gente deja de comprar medicamentos?


R.- Eso es lo que entre todos debemos evitar. Hay que tener en cuenta que lo que se dispensa en las farmacias españolas lo ha prescrito el Sistema Nacional de Salud. Cuando el paciente va a su médico se le hace un diagnóstico y se le da una receta que se supone que es la necesaria para que esa persona salga de esa enfermedad. Lo que el farmacéutico hace es la dispensación, no tenemos por qué prejuzgar que no hay un uso adecuado. Iremos viendo cómo estas medidas van impactando.

P.- ¿Piensa que el anterior sistema, las recetas gratuitas para pensionistas, generaba fraudes?

R.- Cuando para poner en marcha el Real Decreto se ha cruzado la base de datos de salud con la de Hacienda ya se han encontrado fraudes, por lo que entendemos que hay que lograr que el usuario no haga un mal uso del sistema.

P.- ¿Qué porcentaje de gasto sanitario representa el sector?


R.- Representamos sobre un 17% del gasto público financiero con Presupuestos Generales, y tenemos muy claro que es una partida muy eficiente. Tenemos a tiempo real el gasto que se está produciendo. Deberían buscarse las bolsas de beneficiencia en el resto de las partidas, que no sean las nóminas.

P.- ¿Cuántas medidas han afectado al sector en los últimos tiempos?


R.- El farmacéutico ha sido el sector más afectado por la crisis, hemos tenido 23 medidas en los últimos doce años; en los últimos dos años han venido cinco Reales Decretos Ley impactando directamente sobre el sector de la Farmacia. Es un país el nuestro en el que se tiende a recortar y controlar lo que ya está controlado porque a lo que no está controlado es más difícil acceder. El farmacéutico ha llegado ya al límite de sus posibilidades, lo que tenemos que buscar es no ponerlo en peligro. Si destruimos las farmacias, lo que estamos destruyendo es el acceso a los medicamentos de una población.

P.- ¿El usuario hace un uso responsable del medicamento o abusa del botiquín en casa?


R.- Creo que confundimos. El paciente no quiere tomar nada que no necesite. Tenemos un nivel cultural suficiente como para saber que el medicamento no es un producto de consumo, sino un producto estratégico de la salud que cura pero que también tiene efectos secundarios. No creo que haya un sobreabuso, pero sí es una asignatura pendiente la falta de adherencia. Una vez que al paciente se le ha diagnosticado y se le ha tratado, falta que el Sistema haga un seguimiento de si se ha tomado correctamente la medicación. Cuando el paciente empieza a mejorar, a veces deja el tratamiento, y eso queda en el botiquín y es malo para la salud porque el paciente no ha terminado el tratamiento y puede volver a recaer y es malo porque se está desperdiciando parte del medicamento. La red de 21.400 farmacias tiene un potencial de actuación importante si el Sistema se lo permite.
 

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