El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani,
aseguró durante el transcurso de la jornada de ayer jueves
que las detenciones en la ciudad de Rachib Abdellah Mohamed
y Nabil Mohamed Chaid presuntos integrantes de una célula
radical islamista, constituyen un “hecho aislado” que podría
haberse producido en cualquier punto.
En declaraciones a los periodistas, el delegado del Gobierno
en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha dicho que existe una
situación de alerta, pero que afecta a “todo el territorio
comunitario”, independientemente de que la “noticia
desagradable”, en referencia a las dos detenciones, se haya
producido en Melilla.
“Esto es un hecho aislado y, por fortuna, todos los
melillenses que vivimos aquí estamos en contra de que se
produzcan este tipo de hechos”, ha asegurado el delegado, en
referencia a la presunta actuación de los dos detenidos,
acusados de torturar y asesinar a otros dos miembros del
grupo radical que pretendían abandonarlo.
Ha felicitado al Cuerpo Nacional de Policía por el
desarrollo de la operación, supervisada por el titular del
Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia
Nacional, Eloy Velasco, y que se ha llevado a cabo “sin
ningún tipo de problema”.
“Melilla y los melillenses estamos muy por encima de todo
esto. Este hecho aislado no puede ni debe lesionar la buena
sintonía de convivencia que existe en la ciudad”, ha
afirmado El Barkani.
Los dos detenidos se encuentran en Madrid, a donde fueron
trasladados en la tarde de ayer en helicóptero.
Interrogatorio
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco interrogó ayer
por la tarde a los dos ciudadanos españoles integrantes de
una célula islamista acusados de torturar y asesinar a dos
compañeros y “capaces de cometer atentados de especial
brutalidad”, detenidos el miércoles en Melilla.
Así lo han informado fuentes jurídicas, que han precisado
que el magistrado tomó declaración a partir de las 17:30
horas a los dos acusados, que ya se encuentran custodiados
en los calabozos de este tribunal.
Los dos arrestados, de origen magrebí, pertenecen a “la
misma ortodoxia radical” de los islamistas que se inmolaron
en Leganés (Madrid), días después de los atentados del 11 de
marzo de 2004, según informó ayer el ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz.
El grupo, liderado por Rachid Abdellah Mohamed y Nabil
Mohamed Chaib, arrestados en el barrio melillense de la
Cañada Real, se dedicaba a reclutar y adoctrinar a jóvenes a
los que después enviaba a campos de entrenamiento o zonas en
conflicto bélico como Afganistán.
La célula estaba compuesta en su mayoría por ciudadanos
españoles de origen magrebí asentados en Melilla y
marroquíes residentes en Farhana (Marruecos) y se
caracterizaba por su marcado hermetismo y por la adopción de
fuertes medidas de seguridad internas para mantenerse en la
clandestinidad.
Sus miembros eran obligados a llevar una vida de sumisión a
las creencias takfiríes -una de las ramas más ortodoxas del
yihadismo o radicalismo islamista-, lo que incluía separarse
de sus familias, abandonar también los estudios o la
prohibición de escuchar música o ver la televisión.
Uno de los referentes religiosos del grupo es Abu Qutada,
que en sus labores de adoctrinamiento hacia la Yihad
destacaba como ejemplos inspiradores hechos como el suicidio
en Leganés.
Fernández Díaz destacó la especial peligrosidad de los dos
detenidos, presuntos autores del asesinato de dos compañeros
del grupo, cuyos cadáveres, salvajemente torturados,
aparecieron en la localidad marroquí de Nador en julio de
2008.
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