Se preveía, pero lo que no preveía
nadie era que los portugueses fueran a poner tantas
dificultades como pusieron, abordando a España por donde más
la duele.
Un empate 0-0 en el marcador, final de 90 minutos sin haber
marcado. Prórroga y el mismo resultado.
España había jugado menos de lo que se esperaba, Portugal
había hecho su partido, había tuteado a los Campeones del
Mundo y los había puesto en aprietos.
Llegaba la hora de la verdad, todo se lo jugaban unos y
otros a una sola carta, la de los penaltis.
¿Quién sería el héroe? ¿Quién sería el villano?. En cinco
lanzamientos estaría todo solucionado, a favor o en contra,
pero los unos iban a la final y los otros se volverían a
casa.
Acertó España, primero porque el portero detuvo uno de los
lanzamientos y luego porque los que iban lanzando desde el
punto de los once metros iban marcando para España.
Al final, Portugal se había equivocado, porque dejó a
Cristiano Ronaldo para que lanzara el último y no había, no
hubo, tiempo para ese lanzamiento quinto por parte de
Portugal, y es que un tiro al travesaño hizo que ya no
quedaran opciones para que Cristiano pudiera lanzar “su”
penalti.
Con todo, hay que saber valorar y ser generosos con los
adversarios, Portugal se despidió con dignidad, supo llegar
a lo más que se puede llegar y luego la lotería de los
penaltis es la que les apeó de la competición.
España, más de lo mismo, llegó hasta la final, sin dar
espectáculo, es cierto, pero dando una imagen de seriedad
que no hay quien lo pueda discutir.
Y esta será la tercera final consecutiva que juegue el
combinado español, y que si sigue el ritmo de los dos
anteriores se traerá para España el campeonato de Europa,
como se lo trajo hace cuatro años cuando dirigía a la
Selección Española Luis Aragonés, o como se trajo dos años
más tarde el último Mundial con el mismo seleccionador que
dirige ahora al combinado nacional.
¿Iker salvó la eliminatoria?. Según se mire, pero no cabe
duda de que de no haber parado el penalti que detuvo todo
habría dependido del último lanzamiento de Cristiano Ronaldo
y jugarse eso a un solo lanzamiento hubiera sido demasiado
peligroso.
En fin, todos los cálculos que hagamos ahora son tan sólo
eso, cálculos, que ya no se pueden cambiar, porque lo que
vale de verdad es lo que hubo y eso dio como resultado que
los portugueses se hayan vuelto a casa, unos días antes de
lo previsto.
A España le queda, sólo eso, y no es poco, un partido, toda
una final y ahí, aun siendo superiores, cualquier cosa puede
darse.
Si llega la victoria sería establecer un nuevo record, si
hubiera derrota el desencanto sería mayor, por habernos
visto campeones, casi desde antes de haber salido de España.
Y lo que son las cosas, otra vez las banderas de España
ondean en los lugares más inesperados, y otra vez cuando
suena el himno de nuestro país es escuchado, por todos, por
lo menos por los que no ponen en tela de juicio su
españolidad, sin pestañear.
Y ahora las buenas noticias van siendo para casi todos los
seleccionados, solo cuatro o cinco se van a volver a casa
cuando haya terminado la competición, sin haber jugado ni un
solo instante, pero eso no quitará para recibir los 300.000€
del ala, si han ganado el campeonato. La crisis es menos
crisis para unos pocos.
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