Los cinco imputados por el asesinato de Karim Mohamed de un
disparo el pasado 24 de julio pasaron ayer ante el
magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 para declarar
por primera vez ante los abogados de la acusación. Sin
embargo nada salió de los labios de los sospechosos que
optaron por guardar silencio y acogerse a su derecho a no
declarar. No así dos testigos de los hechos, que hablaron
sobre lo sucedido, aunque uno de ellos para ofrecer varias
versiones contradictorias de los hechos.
Silencio. Los cinco imputados por la muerte de Karim Mohamed
se acogieron ayer a su derecho a no declarar ante el
magistrado del Juzgado de Instrucción número 5, frente a
quien también se sentaron dos de los testigos de este suceso
que tuvo lugar el 24 de julio de 2011. Después de que se
levantara el secreto de sumario, el juez ha llamado a los
imputados (Mustafa Lahasen ‘Pajarito; Abdelmuniin Mohamed;
Himad Kanjaa ‘Grana’; Yasin Enfeddal; e Hicham Mohamed
-primo del Kimbi-) para que declararán también ante los
abogados de la acusación, que sólo pudieron escuchar las
versiones de los testigos. Ellos fueron los únicos que
quisieron responder a las preguntas del juez, de Fiscalía y
de los abogados de ambas partes que se encontraban allí,
según explicaron fuentes cercanas al caso. Aunque eso sí,
sus declaraciones fueron dispares.
Antes de las nueve de la mañana ya estaba todo listo a las
puertas de los Juzgados para recibir a los imputados. Varios
furgones de policía se encontraban en la zona por donde
entran los vehículos que llegan con reos y que estaba
rodeada por agentes tanto de la Policía Nacional como Local.
La calle Alcalde David Valverde -una de las vías laterales
del edificio- se había cerrado al tráfico con el objetivo de
mantener la vía despejada y facilitar la entrada de los
furgones que llegaban desde Los Rosales y la península. Cada
vez que entraba un nuevo vehículo, la expectación iba en
aumento. Tanto peatones como personal de los Juzgados se
asomaban curiosos al ver a los agentes con chalecos
antibalas escoltar a los acusados por la muerte de Karim
hasta el edificio. En el interior la seguridad también se
reforzó. Hasta tres agentes de Policía Nacional custodiaban
las escaleras para evitar que los detenidos se cruzaran con
los ciudadanos de a pie que iban y venían por las escaleras,
y evitar cualquier incidente.
El ir y venir en los pasillos fue continuo. En cinco horas
pasaron ante el juez siete personas. Aunque los únicos
interrogatorios que se extendieron fueron los de los
testigos de los hechos. Uno de ellos era el empleado de la
pastelería donde se produjeron los disparos, herido en el
pie por una bala. Él ofreció varias versiones, al igual que
lo ha hecho todas las veces que ha sido interrogado. Primero
aseguraba que había advertido a tres encapuchados, para
después decir que no había visto nada. El herido explicaba
que había dado la primera versión, aconsejado por sus jefes
y familiares, para no meterse en líos. Sin embargo, el
testimonio no dejó satisfecho a nadie.
Muy diferente fue la declaración del segundo testigo. El
hombre, que recogió a Karim para llevarle al Hospital
Universitario en su coche, explicaba que en su primera
declaración había dicho ver a tres encapuchados por miedo a
represalias pero afirmaba que realmente observó a tres
hombres con el rostro descubierto, aunque sin saber
identificarlos. Eso sí, especificó que uno de ellos llevaba
una gorra. Según aclaró este testigo, en el momento de los
hechos, se encontraba hablando con el trabajador de la
pastelería que resultó herido. Al escuchar los disparos,
salió hacia la farmacia en el coche que ya estaba arrancado,
para luego volver a auxiliar a Karim.
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Los informes policiales apuntan a el ‘Grana’ como autor del
disparo
La autoría del disparo que mató a
Karim Mohamed será una de las claves a dilucidar en este
proceso que se prevé largo y farragoso. Los informes
policiales tienen a Himad Kanjaa, apodado el ‘Grana’, como
la persona que disparó el arma cuya bala impactó sobre la
víctima, una pistola del calibre 9mm que ya había sido
utilizada en otros tiroteos que tuvieron lugar los días 21 y
22 de julio de 2011. Es decir, dos días antes de la muerte
de Karim. Según las investigaciones policiales, todo apunta
a que el ‘Grana’ participó en estos tiroteos. Además,
algunas de las prendas de Himad que se intervinieron por los
agentes en los registros tenían residuos de disparo.
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