Sabia que le podía costar caro y se arriesgo, pero lo cierto
es que las circunstancias que han concurrido en su caso han
hecho que el ‘castigo’ haya ido más lejos que la pena que le
ha sido impuesta.
Mohamed Y.H.M., un joven ex taxista, aceptó ayer cumplir una
pena de dos años de prisión, por un delito contra la salud
pública. No en vano fue descubierto cuando trataba de
introducir en la península, algo más de 1,9 kilogramos de
hachís que transportaba en un vehículo. La cantidad no era
tan importante como para que le ocurriera lo que finalmente
le pasó, ya que incluso se le aplicó ayer, en el Juzgado de
lo Penal número 2, el atenuante de colaboración con la
justicia.
Sin embargo, el tiempo que se ha tardado en pesar la droga
ha sido determinante para que el caso llegara hasta la sala
de vistas: hasta tres meses se han tardado en pesar la
droga. Era un asunto muy importante, puesto que al excluir
el peso de los plásticos donde se encontraba la droga, se
rebajaba enormemente el peso de la sustancia estupefaciente.
Tres meses ha estado el hombre en prisión y también le ha
costado su puesto de trabajo como taxista.
Finalmente, ayer se hizo justicia: dos años de cárcel y una
multa de 2.655 euros, que, en el caso de que no pueda pagar,
serán conmutados por tres días de cárcel.
Otro de los casos que ayer se juzgaron en la citada sala era
el de Mohamed N. Fue sorprendido con cuatro kilogramos de
hachís en su vehículo cuando, al igual que en el caso
anterior, pretendía viajar hacia la península por vía
marítima. El asunto se iba a dejar visto para sentencia,
pero sin embargo el hombre introdujo una circunstancia en su
declaración que hacía imposible un veredicto de conformidad
entre el Ministerio Fiscal y la defensa:; había sido su
propio hijo, según su declaración, quien había introducido
la droga en el automóvil, desconociendo el padre los hechos.
Así las cosas, lejos de llegar a un acuerdo de conformidad,
el juez titular de lo Penal número 2 de Ceuta, puso de
relieve la necesidad de devolver la causa al Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 4, de donde provenía,
al objeto de que se realicen actuaciones suplementarias, a
la luz de los nuevos datos. El hombre, mientras tanto,
continuará en prisión.
Sin embargo, la cantidad de droga más importante que se
juzgaba ayer en tanto en cuanto suponía un delito contra la
salud pública ascendía a más de 97 kilogramos de hachís.
Ahmed A. se conformó con cumplir cuatro años de prisión y
pagar 135.778 euros, conmutables por tres días de cárcel. Se
da la circunstancia de que por poco espacio de tiempo, no se
ha podido apreciar el agravante de reincidencia. En efecto,
la anterior deuda con la justicia de este hombre quedó
cancelada en diciembre de 2011, mientras que el delito fue
consumado el 24 de marzo, cuando a las 20.40 horas fue
detenido en el puerto cuando se disponía a embarcar en un
Mitsubishi, donde había ocultado, en el maletero, la citada
droga aprehendida.
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Una tramitación “anárquica” en torno a un
caso de supuestos malos tratos mutuos
Uno de los casos que se iban a
juzgar ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta se
centraba en un caso de malos tratos. Los acusados, Fatiha
E.H. y Rachid L.B. se habían acusado mutuamente, cruzándose
las denuncias. El abogado de la defensa de la mujer pidió al
magistrado titular del juzgado la nulidad de las
actuaciones. El Ministerio Fiscal y el abogado de la
acusación particular coincidieron en apoyar dicha nulidad,
por vulneración del derecho de defensa. La actuación del
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 fue
calificada por la defensa como “anárquica”.
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