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cultura - LUNES, 25 DE JUNIO DE 2012


Salvador Barberán. Juan Tellez.

reportaje / toros
 

Salvador Vega estuvo cumbre y en torero cuajao saliendo a hombros de la plaza de Algeciras

“Vega cortó dos orejas y Galván una con fuerte petición de la segunda’
 

CEUTA
José Salguero Duarte

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Dos primeros festejos del abono de la feria de Algeciras

En la pasada semana se celebró, como bien conocen los lectores de El Pueblo, la Feria Real y Taurina de Algeciras. El miércoles 20 con novillos pertenecientes a la ganadería de ‘Miguelín’ bien presentados, dando un buen juego en líneas generales pero muy justos de fuerzas, se inició el ciclo, con menos de media plaza de público en los tendidos, haciendo el paseíllo los novilleros José Monje, que cortó la única oreja. Y tanto Sanlúcar como Antonio Santana se fueron de vacío.

Salvador Barberán toma la alternativa

El novillero algecireño el jueves 21 en la plaza ‘Las Palomas’ de Algeciras, cumplió el sueño de ser matador de toros. El festejo fue presidido por Francisco Ortiz, siendo asesorado en asuntos taurinos por Carlos Álvarez, registrando la plaza un cuarto de público en los tendidos. Actuó como padrino Salvador Vega y testigo David Galván.

Ganadería

Se lidiaron reses de Fuente Ymbro, propiedad de Ricardo Gallardo, debutando en ‘Las Palomas’, bien presentadas, dando un buen juego el primero pero sobre todo el segundo y tercero, pero que no se confunda nadie, porque no eran claros en la embestida y estaban midiendo a los toreros lo mismo que los sastres a los soldados para hacerles un traje de campaña. Los tres últimos del festejo muy descastados con mucho peligro, no servían ni para pinchitos morunos de ferias, porque llevaban en sus entrañas genio con malas sañas en vez de bravura y casta de la buena, poniendo en grave peligro la integridad física de los espadas sobre todo el cuarto y quito, hasta el punto, que el cuarto cogió a Salvador Vega tan feamente que se mascó la tragedia al caer al albero doblándose la nunca. Pero el pundonor, profesionalidad, buena preparación y hombría del maestro Vega hizo que siguiera delante del de Fuente Ymbro a pesar de que cojeaba y llevaba encima un gran palizón. En fin, unos regalitos para remitírselos por transporte urgente al ganadero para que se los coma con papas aliñadas.

Espadas

Salvador Barberán

A su primero, el toro de su alternativa, un negro mulato bragao número 35 de nombre ‘Hechizo’ de 478 kilogramos, que salió suelto, intentó torearlo con el capote pero no colaboró. Lo puso al caballo y le dieron un puyazo. Salvador Vega le hizo un quite a pies junto muy ajustado rematando. En banderillas lidió muy bien Juan Miguel Montoya y Víctor Nieto colocó en lo alto los garapullos recibiendo una gran ovación del respetable teniendo que saludar desmonterado. A las 19,49 horas por el reloj de la plaza comenzó la ceremonia de su alternativa de manos de Vega estando presente como testigo Galván. Posteriormente Barberán sacó al tercio a su padre brindándosela fundiéndose en un sentido abrazo. La faena de muleta la desarrolló sobre la mano derecha sacando algunos muletazos y remates de calidad. Finiquitó al toro al tercer intento de una estocada. Recibiendo una gran ovación del público.

A su segundo marcado con el número 114 de 535 kilogramos de nombre ‘Agualimpia’, lo intentó tanto con el capote como con la muleta pero el toro era uno de los regalitos de Fuente Ymbro. Y tras estoquearlo fue silenciada su labor

Salvador Vega

Que vestía de color achampanao y oro, a su primero lidiado en segundo lugar marcado con el número 65 de nombre ‘Espléndido’, un negro mulato listón de 489 kilogramos, lo toreó a la verónica bajándole las manos rematando con media recibiendo una gran ovación. En banderillas lidió bien Miguel Ángel Sánchez. Al inicio de la faena de muleta hubo devolución de trastos de la ceremonia de la alternativa. Para posteriormente brindarle la faena al público. Vega compuso una cátedra de toreo de grandes kilates con pases de todos los estilos para enmarcar. Estuvo enorme en torero con mucho oficio y cuajado. Al que las empresas le deben prestar más atención porque se encuentra en un momento excepcional. Tras una gran estocada le fueron concedidas dos orejas de mucho peso.

Con su segundo lidiado en cuarto lugar número 43 de nombre ‘Leyenda’ de 521 kilogramos, negro y algo listón, lo recibió con verónicas flexionando las rodillas en cada lance rematando con una muy artística revolera. Lo puso al caballo y el toro era menos claro que el agua turbia de las cañerías, pegando arreones de mansedumbre peligrosa. La faena de muleta se la brindó al novillero Hugo Iglesias que se encontraba en el tendido del siete. Y nada más ponerse delante el toro empezó a cabecear y a rebrincar en cada muletazo midiendo a Vega con unos parones y miradas peor que la Gestapo, hasta el punto, que lo cogió traicioneramente y a punto estuvo de mandarlo para la enfermería. Continuó Vega jugándose la vida y tras estoquearlo el público le tributó una gran ovación que recibió desde el tercio.

David Galván. Que vestía de blanco y oro debutando en ‘Las Palomas’ como matador de toros, al haber tomado la alternativa recientemente. A su primero lidiado en tercer lugar un castaño de 492 kilogramos de nombre ‘Iluminado’, marcado con el número 136. Le enjaretó tres verónicas de salida y remate soltando el capote de una mano. El toro se enceló con el caballo y a punto estuvo de descabalgar al varilarguero. Cuando Galván estaba solicitando el cambio a punto estuvo el toro de cogerlo salvándose de milagro. La faena de muleta se la brindó al público y ofreció una sinfonía de excelente torero de arte, quietud y temple por ambos pitones, sobre todo, por naturales de mucho calado. Terminó con manoletinas dándole los pechos al toro exponiendo una barbaridad. Lo finiquitó de una estocada, siéndole concedida una oreja, denegándole el presidente la segunda a pesar de la fuerte petición del respetable.

A su segundo lidiado en quinto lugar de nombre ‘Sacacuartos’ de 486 kilogramos marcado con el número 74, lo intentó con el capote pero el toro no colaboró nada. En la faena de muleta se la jugó porque el toro era otro marrajo con mucha mala sangre. Pero estuvo valiente y no se arrugó. Tras una estocada y descabello recibió en el tercio una gran ovación del público. Lástima se podía haber marchado de ‘Las Palomas’ a hombros junto a Vega, pero hubo quienes no se percataron del peligro que escondían los toros.
 

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