Jesús González Miaja se ha convertido en el nuevo secretario
autonómico del Sindicato Unificado de Policía (SUP). El IV
Congreso celebrado en el Hotel Ulises sirvió para que
González Miaja se pusiera al frente de la organización
sindical policial. Sin embargo, la línea de trabajo que va a
seguir será “la misma” que en estos años. Y es que, la
defensa del funcionario de Policía para que pueda
proporcionar el mejor servicio a la ciudadanía está por
encima de todo para el nuevo representante sindical. Su
máxima es: más personal y más material. El nuevo secretario
visitó EL PUEBLO el pasado viernes para hablar, entre otros
asuntos, de la situación de la frontera del Tarajal o de la
Jefatura Superior de Policía Nacional.
Pregunta.- Esta semana fue elegido nuevo secretario
autonómico del Sindicato Unificado de Policía en el IV
Congreso celebrado en Ceuta. ¿Cómo definiría a la nueva
ejecutiva?
Respuesta.- La nueva ejecutiva se compone de un grupo de
funcionarios jóvenes, en su gran mayoría, aunque también
contamos con gente veterana y con una amplia experiencia en
el mundo sindical. Somos un equipo de gente joven, preparada
y hay varios licenciados. En definitiva, hay funcionarios
que tienen un bagaje importante. La intención es formar un
equipo y no personalizar. Obviamente el secretario general
soy yo, y el que ‘da la cara’ al público soy yo. Sin
embargo, me considero una persona muy democráta porque para
que algo funcione, como es el sindicato, debe hacerlo en
equipo. He intentado rodearme de gente con una capacidad y
solvencia que en un momento dado podrán perfectamente asumir
cualquier responsabilidad que haya que tomar.
P.- ¿Cuáles son los motivos que le impulsaron a presentar su
candidatura?
R.- He ido un poco ‘empujado’ por los propios compañeros.
Estuve muchos años destinado en la Brigada de Información y
me cansé de la monotonía. Una de las grandes cosas que tiene
esta institución -el CNP-, es que dispone de muchos
servicios y todos son totalmente distintos, pero también hay
que resaltar que todos ellos son igualmente importantes.
Hace alrededor de un año y medio decidí marcharme y cambiar
a otro servicio; llegué a la Brigada de Seguridad Ciudadana,
más concretamente a la UPR. La UPR es una unidad muy
operativa, está todo el día trabajando en las zonas más
conflictivas y quería comprobar cómo funcionaba. La
experiencia fue magnífica, pero cuando llegué hubo una época
en la que el jefe que había era accidental y la unidad
estaba un poco desorganizada, en relación a los turnos, los
horarios, etc. Además también comenzó la famosa ‘Operación
Príncipe’. Había un poco de desbarajuste. Se elevaron las
quejas a los sindicatos y el anterior jefe superior se
reunió con nosotros. En ese momento tomé yo la palabra y le
expliqué las demandas y los cambios, que fueron atendidos
dentro de las posibilidades. De ahí que los mismos
compañeros me dijeran que había que extenderlo a otro sitio.
Por otra parte, siempre he sido inconformista y cuando veo
algo que creo que no se ajusta a lo que debe ser, nunca he
tenido ningún problema en manifestarlo al que fuese. Es
decir, no hay cargo que me asuste porque con educación y
siguiendo los principios establecidos las quejas se pueden
elevar al que haga falta.
P.- ¿Cuáles son los objetivos y la línea que va a tomar el
SUP a partir de ahora?
R.- La línea que ha llevado este sindicato desde sus inicios
ha sido la de defender a los funcionarios, principalmente.
El objetivo de la nueva ejecutiva es seguir esta línea e
intentar, de alguna manera, presionar para que los agentes
sean los necesarios en cuanto a cantidad, además de tener
los instrumentos necesarios para poder realizar su trabajo.
El Cuerpo Nacional de Policía necesita para funcionar
personas y material. También necesita, cada día más, como se
ha podido detectar, la formación. Es decir, siempre que se
ha organizado un curso, ha habido una gran demanda. El SUP
dispone de una escuela fruto del trabajo de compañeros como
Andrés Carrera. Hay gente que ha trabajado mucho y
disponemos de unas instalaciones. Cada vez que se organiza
cualquier curso del sindicato la acogida es fantástica y el
funcionario de Ceuta no tiene la posibilidad de desplazarse.
Todo lo organizado ha sido un éxito total y por ello, esta
ejecutiva seguirá en esa misma línea de formación. Además,
también se han abierto las puertas para otros Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad. Creo que la formación es buena para
cualquiera que tenga que estar sirviendo a la ciudadanía.
P.- El jefe superior de Policía, Pedro Luis Mélida, tomó
posesión de su cargo el pasado 10 de mayo, ¿qué es lo que ha
visto en este casi mes y medio que lleva trabajando por la
ciudad y con los funcionarios del CNP?
R.- El conocimiento que tengo de él por el momento es
mínimo, aunque sí que hemos sido presentados. Viene con
buenas perspectivas. Lo que sé es que se encuentra
trabajando y al parecer quiere hacer varios cambios. Lleva
un tiempo estudiando cómo mejorar. En principio tengo un muy
buen concepto de lo que me dicen los que están a su
alrededor. Desde el principio entró para solucionar las
cosas y no cambiando todo sin ‘ton ni son’, algo que me da
confianza. Compañeros que han venido a este IV Congreso y
que son de Granada, de donde él viene, me han informado de
que es un buen jefe, un jefe comprometido y que además es un
jefe que intenta satisfacer las necesidades de los
funcionarios dentro de las posibilidades que estén a su
alcance. En este sentido estoy muy tranquilo y, en tomas de
contacto que se produzcan estos días, se empezará a
trabajar. Mélida ya manifestó que venía con la voluntad de
colaborar para que esto fuera de la mejor forma posible, ya
que en el fondo, el interés de ambos es que esto funcione
para que la ciudadanía tenga un servicio de calidad. Hay que
tener muy claro cuál es el objetivo final.
P.- En relación a la seguridad ciudadana, algunos vecinos
han mostrado su malestar porque dicen “no ver policías en la
calle”, ¿qué les diría?
R.- Creo que en Ceuta -y metámonos todos- somos un poco
alarmistas. Siempre falta plantilla en el Cuerpo Nacional de
Policía porque hay una frontera que se lleva un gran número
de funcionarios además de contar con muchos servicios que,
al ser una Jefatura Superior, competen. Entonces, nunca son
suficientes. Pero sí que es verdad que en la ciudad, sales a
cualquier hora del día o de la noche y hay presencia
policial. Lo he comentado incluso a algún ciudadano que
expresaba que no había policía: le comento que ponga un
cronómetro cuando salga de casa, que ‘eche a andar’ y
observe a ver cuánto tarda en ver un coche de Policía
Nacional, Policía Local o Guardia Civil. No va a llegar a
los cinco minutos cuando se vea un vehículo.
P.- ¿Cómo cree que podría solucionarse la proliferación de
construcciones ilegales en la barriada de Príncipe Alfonso?
¿Cuál cree que es la situación actual de la zona en general?
R.- El problema, entre comillas, del Príncipe, no es
policial. El problema de la barriada de Príncipe Alfonso es
social, de una infraestructura desastrosa de muchísimos años
y de una permisividad absoluta. Ahora tiene una muy difícil
resolución. Pero desde luego, policialmente, tiene poco más
de solución de lo que hay porque la presencia del CNP allí
es prácticamente constante. El tiempo que estuve en la UPR
estaba meses en la barriada realizando controles. Sin
embargo, no hay que estigmatizar al barrio porque todos
sabemos que hay un problema de un punto superior de
delincuencia, aunque no hay que olvidar que la inmensa
mayoría de los que viven allí son personas trabajadoras.
Cuando se ve la barriada por fuera se observan casas de tres
plantas y piensas, hay capital. Pero si se entra por los
callejones se pueden ver casas que uno cree que sólo podrían
existir en países del tercer mundo. Y están en Ceuta.
Viviendas de 12 metros cuadrados, techos de uralita y tres
palés y una chapa. El Príncipe tiene problemas urbanísticos,
de educación, de atención, etc. Pero policial, en sí,
quitando los cuatro focos y organizaciones dedicadas al
tráfico, el resto no es de resolución de la Policía.
P.- El anterior secretario autonómico, Andrés Carrera, ha
sido un firme defensor de la mejora de la frontera del
Tarajal, ¿qué medidas cree que deberían tomarse en este
sentido?
R.- En primer lugar, el primer problema de la frontera es de
espacio material. La superficie que tiene para la
instalación de los servicios se ha quedado obsoleta. El
segundo gran problema es la falta de personal, puesto que el
volumen de entrada diario en la ciudad es desorbitado para
la plantilla de la que se dispone. Además, los funcionarios
se encuentran trabajando en unas condiciones muy duras. Tuve
oportunidad de estar en Semana Santa apoyando a los
compañeros y comprobé que el trabajo es duro e imparable. No
hay tiempo algunas veces ni para ir al servicio. En relación
a las medidas para solucionar la situación, deben de ser
como casi siempre: más medios y más personal. Es la receta
para casi todo. Sabemos que la Jefatura está trabajando en
intentar obtener personal; sabemos que hay voluntad e
intención de atajar este gran problema pero, obviamente, más
infraestructuras, en la época que se está viviendo, va a ser
algo complicado. Sin embargo, se podría buscar una
alternativa que por lo menos palíe la forma en la que están
trabajando los compañeros allí.
P.- La persecución de los autores que queman vehículos,
tanto en garajes como en la vía pública, es una de las
prioridades del Cuerpo Nacional de Policía. Además, también
se han visto afectados por estas prácticas funcionarios del
propio CNP. ¿Se han intensificado las medidas? ¿Qué opinión
tiene de esos atentados a los agentes de la autoridad?.
R.- Es un problema derivado de lo pequeña que es nuestra
ciudad. La ciudad tiene que, para lo bueno y lo malo, ‘nos
conocemos todos’. Ahora parece que se ha frenado un poco,
puede ser debido a que en el último incendio -el del garaje
de Parques de Ceuta-, hubiera una serie de detenciones. Pero
hay que decir que en muchas ocasiones, aunque se hayan
quemado vehículos de agentes, son coches abandonados que no
ha dado tiempo a retirarlos. Todos los coches quemados no
están en perfecto funcionamiento e incluso se han incendiado
solamente vehículos que estaban en el chasis y las ruedas.
Sí es cierto que ha habido un problema y no hay que
esconderse. Algunos compañeros han sufrido ataques que desde
el SUP condenamos y hay unas leyes que hay que respetar. El
que intente hacer de su ‘capa un sayo’, tenemos la
obligación de no permitírselo. Si después toma represalias,
se intentará, como se ha logrado en ocasiones, intentar
detenerlos y que paguen lo máximo posible por estos hechos.
P.- En estos últimos días se han llevado a cabo varios
operativos contra tráfico de hachís, ¿se han aumentado estos
trabajos desde que está el nuevo jefe superior?.
R.- Desde la entrada del nuevo jefe parece ser que sí que se
está incentivando y reactivando la lucha en todos los
sentidos. Incluso se están promocionando los controles en el
centro de la ciudad. Creo que nunca se ha dejado de trabajar
en ese sentido. Lo que pasa es que sí que es verdad que es
un trabajo muy delicado, muy dificultoso y que no se coja en
ciertas ocasiones, además de que no se sepa, no significa
que no se esté trabajando, ya que puede ser que se detengan
fuera de la ciudad. Sí es cierto que el último ha sido muy
llamativo, ya que ha sido en plena ciudad -en el parking de
la plaza de los Reyes, más de 200 kilos de hachís-. Tanto
antes como ahora siempre se está trabajando y como todo,
necesita su momento y su lugar porque es una labor delicada,
complicada y hay que tener todo ‘bien atado’ para que luego
no haya problemas. Se lucha para coger siempre al que ‘está
por encima’, lo que conlleva el riesgo del que dejas que se
mueva, se vaya. En definitiva, es un trabajo laborioso.
P.- La Ciudad ofreció un terreno para la construcción de la
Jefatura Superior en Príncipe Alfonso. Además de estar
ocupado por viviendas ilegales, ¿qué opinión le merece que
se trasladara allí al CNP?
R.- Simplemente hay que preguntar a la ciudadanía. Si quiere
ir al CNP tiene que desplazarse arriba. Obviamente, nosotros
trabajamos en las ciudades y no tiene mucha lógica si el
terreno que se ha cedido para la Comandancia de la Guardia
Civil está en pleno centro, a nosotros nos envíen al
extrarradio. Tiene poco sentido. Creo que una vez valorado,
pienso que se va a modificar porque no tiene operatividad ni
funcionalidad ninguna. Quizá la única opción es que el
terreno fuera más barato, pero en este caso es cedido. Sé
que colocar la Jefatura en el centro es complicado. Se iba a
firmar incluso el convenio para Ybarrola. Hay términos
intermedios que pueden ser aceptables. Más que nada no es
por el sitio, sino por la comodidad para la ciudadanía. Hay
que partir de la base de que esta institución está para
servir a la ciudadanía y para ello tiene que estar en su
sitio, el más accesible posible. La Policía Nacional debe
ser accesible en todos los sentidos pero sobre todo en las
infraestructuras.
P.- ¿Cómo espera que sean las relaciones con la ejecutiva
nacional del SUP?
R.- Estuvo en Ceuta José Benito Celador, de la ejecutiva
nacional, para el IV Congreso. Me dio incluso su teléfono
para todo lo que pudiera necesitar. No tiene por qué haber
ninguna diferencia en la línea de relación que había
anteriormente. Este es un sindicato demócrata y ha habido
unas elecciones. De los que estábamos interesados, la gente
ha elegido nuestra opción. Han intentado por todos los
medios facilitarnos el trabajo y ya lo hice saber. Nos
manifestó su total apoyo al igual que Andrés Carrera.
Además, con mi padre, obviamente, uno de los fundadores del
sindicato a nivel nacional, tiene una experiencia y me
asesorá perfectamente. La comisión ejecutiva me ha
manifestado su disponibilidad.
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