Esta noche escarbaremos y desarrebozaremos sobre la piel
dorada de las playas un muestrario ampliamente surtido de
nuestros arquetipos ibéricos, en este enclave de Heracles
donde el viento fecunda a las gaviotas. Pura lección de
fidelidad a las raíces. ¿Y qué me dicen del sonido de este
idioma español que nos aúna con cientos de millones de
criaturas? ¿En cuantas tierras y desde hace cuantos milenios
celebramos el solsticio de verano alumbrando el fuego de las
hogueras y tramando sortilegios y hechicerías? Es que “esto”
esta noche de San Juan se lleva tatuada en el alma cómo la
herida del infarto se lleva tatuada en el corazón.
Por eso sobran advertencias ya que la ciudadanía está
preparada para cualquier eventualidad ¿O es que se piensan
que nos hemos caído de un guindo? Aquí el único de Guindos
que hay es el superministro y ese seguro que también oteará
hogueras y disfrutará de la alegoría de la noche más larga
del año. Por supuesto que sabemos todos que para hacer una
hoguera hay que pedir permiso y que no se pueden arrojar en
ella líquidos inflamables porque salen llamaradas, también
sabemos que muchos de los jóvenes que saltan los fuegos
acaban con el culo escaldado, pero así tiene que ser, porque
es la tradición y así ha sido siempre lo que le da carta de
legitimidad y patente de corso a la celebración.
¿Puede haber alguien que no se haya enterado del cambio
radical que han experimentado todas las grandes agencias
publicitarias que han acordado lanzar mensajes
esperanzadores y positivos para animar a la gente que ande
mohína por la crisis? ¿El mejor? Sin duda acaparará los
premios de esta edición el de Aquarios que habla de los
pueblos que adoptan a personas “sin pueblo” y de las
“personas sin pueblo” que se arriman en adopción a los
pueblos. ¿O es que las criaturas no tienen derecho a tener
sus raíces en un pueblo “de los de toda la vida”?
Crisis, dificultades, recortes y muchos pasando más hambre
que un caracol detrás de una pita. ¿Mensaje? “Juntos
podemos”, los abuelos ayudan a los hijos parados, los
vecinos se ayudan entre ellos, los amigos son más amigos que
nunca, nunca hemos sido mejores que ahora ni hemos estado
más concienciados y unidos. ¿Qué la Roja contribuye a darnos
ánimo? Más todavía, la Roja y el salero de la feria de abril
y el Rocío y cualquier pequeña ocasión de desconectar y
experimentar aunque sean tan solo unos segundos de contento.
Lo importante de esta noche es que muchos se lo van a pasar
muy bien y que las orillas de los mares, de los ríos y de
los pantanos, se llenará de españoles que se remojen los
pies, se santigüen y pidan por todo el resto. ¿Y acaso
piesan ustedes que nuestros antepasados druidas celtas no
van a arrimar el ascua a la sardina de sus descendientes,
que somos todos, para que el buen Dios nos otorgue su gracia
y con ella se cumplan nuestros deseos?
Todo lo que es bueno y bello es “cómo Dios manda” y Dios
manda que en la noche de San Juan haya una infinita magia,
que las gaviotas vuelen cómo si fuera de día, confundidas
por las luces de las hogueras, creyendo los fuegos
amaneceres y las chispas luceros tardíos, que los fuegos
artificiales alumbren la noche y la cuajen de estrellas, que
nadie aproveche para hacer botellón en la playa porque está
prohibido aunque supongo que se permitirá el resto del
condumio porque el pescado asado y más concretamente las
sardinas asadas nunca saben más exquisitas que en la noche
de San Juan, comidas a la vera del mar y con el sonar de las
olas “bocato di cardinale” ¿Y la sangría y el cap a base de
zumo de piña, champán y granizado de hielo? Yo soy
sanjuanista y fiestera esa noche pero a base de coca cola y
de mucho pasear playas y paseos oliendo a leña salobre y con
mucho grito de gaviota despistada de por medio. Noche de
pedir deseos al Universo y noche de que se cumplan.
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