Abderrahaman Ahmed se encuentra al límite. Hace unos meses,
este hombre inició los trámites de divorcio de su esposa, de
nacionalidad marroquí y por falta de recursos ambos siguen
viviendo en la misma casa. Después de protagonizar
acusaciones cruzadas que no llegaron a nada en los juzgados,
este hombre presentó el 25 de mayo una denuncia para dejar
constancia de que su ex mujer le estaba amenazando por no
aceptar la situación del divorcio, ya que según él, ella
teme no obtener la nacionalidad que ha solicitado. Así,
Abderrahaman explica que aconsejada por una vecina el 16 de
junio presentó una denuncia por malostratos que llevó a este
hombre a los calabozos. Él defiende que es una denuncia
falsa y que incluso su ex mujer cae en contradicciones. “Yo
soy el que tiene un parte de lesiones y ella no ha
presentado nada”, alega este hombre que además explica que a
su ex esposa le ha dejado una casa que tenían en
Castillejos. “Sólo quiero que me deje vivir”, pide aunque se
siente decepcionado por haber tenido que ir a los calabozos
por esta denuncia que calificaba de “interesada”.
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