El Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta condenó ayer a una
multa de 30 euros y a restituir en el plazo de un mes una
vivienda ocupada a su legítima propietaria por una falta de
coacciones. Además tendrá que responder de los daños que se
hubieran producido en la casa.
Mohamed M.H. forzó la cerradura del piso 6ºB del edificio
Torre Tarajal y se instaló en la vivienda, propiedad de una
mujer que vive en la península, concretamente en Málaga.
El hombre se conformó con la pena impuesta, pero manifestó
que quería contactar con la propietaria para tratar de
formalizar un contrato de alquiler. Se da la circunstancia
de que el abogado de la acusación particular representa
también el interés inmobiliario de su cliente, por lo que la
juez le expuso al acusado que, si su deseo era llegar a un
acuerdo, que lo hiciera después del juicio.
“No me niego a pagar un alquiler”, respondió el hombre,
quien además dijo que la casa se encontraba en perfecto
estado, que no se habían producido daños y que además había
realizado algunos arreglos para mejorar el estado de la
vivienda.
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