La sinceridad es siempre una
virtud muy saludable en cualquier portavoz y cuando la
sinceridad en el verbo va acompañada de astucia intelectual
el cocktail puede ser explosivo. Así en la rueda de prensa
de ayer en la sede de Ainara y tras las ponderadas palabras
de la siempre carismática Yolanda Bel de la que todos
esperábamos una explicación sobre el cese de los asesores
(la dio, al tiempo que dio la impresión de estar pasando por
un trago bastante amargo con este controvertido asunto).
Supo motivar causas y razones de forma contundente, cuando
vino a tomar la palabra Emilio Carreira en sus funciones de
Portavoz del Partido Popular, aportando un nuevo estilo de
comunicación bastante más ágil que al que estábamos
acostumbrados ultimamente e infinitamente menos formalista
sin caer “exactamente” en lo que los maricomplejines podrían
llamar “agresividad oratoria versus corrección política”. Al
pan, pan al vino, vino y a la Coalición Caballas, tan
acostumbrada a despotricar y lanzar fulminaciones sin
encontrar respuesta verbal a sus tediosas y persistentes
acometidas semanales, a esos una de cal y otra de arena,
rectifico, no una de cal y otra de arena sino dos de estopa.
¿Que Mohamed Alí le invita a callarse y a trabajar
desempeñando sus funciones? Carreira contesta que cumple con
sus funciones, trabaja y no se calla porque no le da la gana
y Alí no es nadie para mandarle callar. Duras respuestas a
las imprecaciones de los de la Coalición, desagradables
recordatorios a los tiempos en lo que Aróstegui desempeñara
funciones en el Gobierno, todo salpimentado con un sarcasmo
algo cruel acerca de que lo que no comprenden los de la
Coalición es que la credibilidad de los políticos la paren
las urnas que se nutren de la leche del voto ciudadano.
Lo que siempre se ha venido diciendo, en lo que siempre se
ha insistido, pero con vuelta de tuerca doctrinal en la
fraseología irónica y sañuda del Portavoz del PP, que
también lanzó un pildorazo a Carracao sobre su nueva
fijación con la Cofradía de Pescadores, leve si se compara
con las burlonas pinceladas a cada intervención de Aróstegui.
Para que la actualidad política ceutí tenga cierto morbo lo
que se desea es que Coalición Caballas y sus
comunicados-alelados quejándose del infinito Universo en
general y del Gobierno legítimo de Ceuta en particular, no
es que se dupliquen, sino que se cuadrupliquen para así
tener ocasión de ver enzarzarse a Carreira y soltar
perdigonadas de las que dan lugar a titulares.
Recordatorio a Aróstegui sobre lo inapropiado de tildar a
los ciudadanos de Ceuta de “ignorantes” por considerar que
el PP se aprovecha de esa supuesta “ignorancia” para
“erosionar la imagen” del sindicalista, paranoia incruenta
ya que es precisamente la sabiduría natural del pueblo
soberano la que se encarga por sí sola de “erosionar” al de
Caballas rechazándole en las urnas, a él, a sus ideas, a sus
propuestas y a su manía persecutoria. Carreira embistió de
manera bastante sibilina dando una buena lección sobre las
reglas del juego de la democracia y la imposibilidad del
“gratis total”. ¿Conclusiones? Que el Portavoz permanece con
idéntica chaqueta (eso sí muy limpita, parece mentira que la
lleve puesta tanto tiempo) y que no hay quien le calle.
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