En octubre de 2010, escribí de
Aurelio Mata en la miscelánea semanal. AM es arquitecto.
Y de los buenos, según me lo celebraron entonces. Y hasta el
momento nadie me ha dicho lo contrario. De él dije, en
aquella ocasión, lo siguiente:
“Mata es un arquitecto que se pirra por el fútbol. Y, sobre
todo, por la AD Ceuta. Mata lo pasa muy mal durante los
partidos. Tan mal que los nervios se apoderan de él y
conviene recomendarle calma. El domingo pasado, cuando AM
estaba sufriendo lo indecible, debido a que el Calvo Sotelo
dominaba la situación, recibió la llamada de su hijo, que
estudia arquitectura en Madrid, para preguntarle por cómo se
estaba desarrollando el partido. El hijo de AM, conviene
decirlo, es otro forofo de la AD Ceuta, y le dijo al padre
que le era imposible localizar una emisora que le contara
cosas relacionadas con el partido. Y Aurelio, sin pensárselo
dos veces, echó mano del teléfono portátil y se dedicó a
relatarle pasajes del encuentro a su hijo. Acabó con la
carga del artilugio, lógicamente, y no dudó en pedirle otro
móvil a un amigo que estaba sentado a su vera. El hijo de
Aurelio quiere que el padre le saque un abono para ver tres
partidos durante unas vacaciones que va a disfrutar en
Ceuta. Personas así, con tan grande devoción por el equipo
de su tierra, merecen mención y reconocimiento”.
Aurelio Mata me ha llamado varias veces durante los últimos
días. A pesar de que está convaleciente de una operación. Y
lo ha hecho para interesarse por los problemas que acucian
al primer equipo de la ciudad. Tal vez convencido de que yo
pueda saber del asunto más de lo que se viene publicando.
Y le he dicho que no. Que no sé ni papa de lo que pudiera
estar cociéndose entre bastidores. Si es que se está
cociendo algo. Aunque vengo leyendo y oyendo, a algunos
ceutíes, de los de toda la vida, vamos, de los que siguen
presumiendo de serlo por pedigrí, que ni siquiera la masiva
recogida de firmas merecería la atención de las autoridades
municipales.
Tales ceutíes, es decir, los que se están relamiendo de
gusto ante la posibilidad de que la AD Ceuta pierda la
categoría o desaparezca, son pocos, pero no se cortan lo más
mínimo en escribir sobre lo bueno que sería que todos los
dineros de las subvenciones fueran a parar a la FFC. Quizá,
por qué no, buscan con sus declaraciones viajar gratis a
Cancún, a Nueva York o a la China, que está tan de moda.
Aurelio Mata, tan amante del primer equipo de su pueblo,
quiere saber los nombres de tales individuos. Pero uno, en
esta ocasión, prefiere no personalizar. A pesar de que la
columna lo exige. Ya que forma parte de su esencia.
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