Qué abuelos al observar la inagotable oferta de productos
farmacéuticos para la infancia no ha exclamado “¡Si
hubiéramos tenido esto en nuestros tiempos!”? De hecho aún
no comprendo cómo las antiguas generaciones, en mi caso de
1955, pudimos salir adelante y no fenecer en el intento ante
la escasez de prácticamente “todo” lo que hoy resulta
imprescindible para los bebés y los niños. ¿Es que tal vez
éramos más brutos? Para mí que sí. Y también más fuertes,
empercudidos contra virus y bacterias y sin pieles atópicas,
ni sensibles, ni necesidad de los modernos complejos
vitamínicos, pero también éramos más feos, más bajitos y más
cetrinos y mucho menos listos que los de ahora. Tan sólo
había que observar al pequeño Carracao junior encaramdo en
una banqueta y posando con total naturalidad ante un
mostrador lleno de modernos productos, ni inmutarse, el
clásico niño de la era de las nuevas tecnologías y además
reconocía algunas marcas como la Mustela que es una delicia,
con el gel de baño Babygel, el Dermo Nettoyer (de bebé pero
ideal para adultos) la Stelatopie reequilibrante para pieles
atópicas y la Stelaprotect crema facial para piel
intolerante (estupenda para las mamás también) igual que la
Mustela solar protección +50. Ya se sabe que para no
equivocarse con un producto solar lo mejor es lanzarse hacia
la estantería de los solares pediátricos porque están
formulados con exquisito mimo para pieles muy frágiles y la
verdad es que le sirven hasta a los abuelos. ¿Un referente?
El solar Anthelios dermopediátrico en spray o en loción de
los prestigiosos laboratorios La Roche-Posay que además
viene con una alegre toalla color naranja de regalo. ¿Otra
innovación para el sol? La Eucerin Kids sun lotion +50.
Cremas, lociones y pomadas para proteger las pieles de los
más pequeños son una constante en las boticas, hasta el
punto de que Suavinex, amen de sus fragancias infantiles
para niños, niñas (y madres) ofrece la llamada “Mi primera
crema” que yo no dudo en utilizar porque cualquier producto
pediátrico dermatológico es un manjar para las pieles
maduras, ese es un truco ¿Otro? Que los mejores productos
anti bolsas, flaccidez en los párpados y antiojeras de
cualquier marca del mercado son siempre los de la gama
masculina, más potentes y más eficaces. Pero no sólo de
cremas y geles se abastecen los niños, porque a la hora de
elegir biberón aparece el marketing y si los biberones del
Doctor Brown´s son pura tecnología que ayudan a mantener las
vitaminas y a evitar los cólicos, Suavinez contraataca y
ofrece biberones-fashion y con motivos decorativos. ¿Y para
las molestias de los primeros dientes? Veinte tipos de
mordedores, el nani predental para el dolor, las crimitas
peribucales de letibalm para las irritaciones y un mordedor-cool
que se mete en el congelador y refresca las encías de los
pequeñines. Supongo que en los años cincuenta morderíamos
una pinza de madera de colgar la ropa porque yo no recuerdo
haber tenido en la vida un “mordedor”.
¿Y si al niño le atacan los mosquitos? Pues será porque la
mdre es tonta ya que existen los parches Stick Pick
repelentes que se ponen en la ropa, en la cuna o en el
carrito, el antimosquitos Relec a partr de los 3 años, el
Goibi infantil y el After Pick, hasta pulseritas
antimosquitos. Aunque cuando pica-pica lo mejor sigue siendo
la Talquistina para pequeños y mayores.
Descubro en la farmacia Arcos todo un mundo de productos
infantiles, de hecho yo ignoraba que existieran “tantos” tan
sólo en modelos de chupetes pijos hay cómo para abastecer a
varias guarderías y si nos adentramos en la gama de los
alimentos ya es la locura. ¿Lo “más de lo más”? El Pediasure
que están prescribiendo para niños delgaditos, que comen mal
o que tienen bajas las defensas, pero luego están las leches
de continuación y al menos cien tipos de cajas distitas de
cereales Blevit tiene variedad para llenar una gran
superficie y Nutribén es un alarde con sus cereales y sus
deliciosos potitos, los de fruta son el postre de muchas
tops models y los de pollo con arroz, verduras y demás, los
toman en las dietas como complemento, a mí no me gustan por
la textura, prefiero masticar. Lo que si he tomado más de
una vez son los zumos infantiles de farmacia porque tienen
la garantía de que son de excelente calidad y que no llevan
“de verdad” ni conservantes, ni aditivos, ni colorantes, ni
porquerías químicas. ¿Y es que son malas las galletitas de
Milupa? ¿Y es que no son una monería absolutamente todos los
productos italianos Chicco? ¿Y los mil y un pañales y
dodotis de distintas clases? Es un lujo ser niño en los
tiempos que corren, porque se innova y se inventa para ellos
de manera específica ya que son grandes consumidores,
exquisitos en sus predilecciones y forman una clientela muy
exigente (si dicen “no me gusta” no hay forma de hacerles
cambiar de opinión). Y “no quiero” es que no quiere.
¿Opción? Está la gama de jarabes Prevent que tiene cómo
imagen de marca a la abeja Maya y oferta jarabes con jalea
real, própolis, vitamina C, quina y un jarabe “Tranquil” de
dulces sueños con melisa, lavanda, tila y miel de azahar
todos con la garantía de Arkopharma. Luego ya más mayorcitos
las perlas gummies de Supradyn Junior o el Multicentrum
Junior.
Es comenzar con los productos y no acabar, se nota que
estamos en la Eurozona porque aterrizan productos de todos
los países dirigidos al más selecto club gourmet del mundo:
los niños.
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