¿Saben en lo que cosnsite la “enseñanza ejemplarizante”?
Pues en “predicar con el ejemplo” y eso podría considerarse
cómo “el ejemplo de vida” o “el ejemplo al actuar”. Me quedo
con el ejemplo de actuación para tratar de exponer la
importancia crucial que tiene la Fiscalía para los
ciudadanos, siempre que esos ciudadanos o “consumidores de
Justicia” sepan cómo utilizar la ayuda que les pueden
prestar los fiscales.
Un ejemplo: Hace no muchos años el Ayuntamiento de Málaga
recalificó unos terrenos maravillosos, justo las laderas del
monte de Gibralfaro sobre el que se yergue la Alcazaba, la
recalificación fue “por interés general” es decir, se
arrasaba una zona verde emblemática de Málaga “por el
interés de todos” la gente se hacía cábalas sobre si allí
iría un hospital especializado contra el cáncer o algo por
el estilo, cuando se lió fue cuando apareció la noticia de
que ese “interés” era el de la inmobiliaria Aifos por
construir en un enclave maravilloso once espectaculares
villas de ultralujo. Una hecatombe mediática, pero todos
parados hasta que los de Izquierda Unida, que eran entonces
cuatro gatos, se plantaron en el despacho del Fiscal Jefe “a
denunciar”, Fiscalía abrió una investigación, los
ecologistas lanzaban fulminaciones y de forma silenciosa,
discretísima y solapada, todo con muchas buenas maneras, el
ayuntamiento reculó y no se hicieron jamás las suntuosas
villas, todo “por lo bajini” ¿Y gracias a quien? Pues a los
cojones de los fiscales malagueños que son los mejores del
mundo-mundial, menos el anticorrupción que es la excepción
que confirma la regla de la excelencia del resto.
¿Otro ejemplo? Pues no habrán pasado más de siete años
cuando se metieron a remodelar el centro de Málaga y justo
en el corazón de la plaza de la Constitución, a desmontar de
la noche a la mañana la emblemática fuente de Las
Gitanillas, la más fotografiada de Málaga y obra del
escultor Adrián Risueño. Y para allá que nos fuimos los
amigos del arte y del patrimonio a protestar, cartas,
pegatinas, pancartas, nada de nada, fotografiamos la fuente
al ser desmontada a porrazos, destrozando las célebres
“gitanillas” y luego perseguimos subrepticiamente al camión
que llevaba los pedazos de la fuente hasta una nave donde
los descargaron de mala manera a eso se le llama amor al
arte, a la cultura y al patrimonio. ¿Y que hicimos los
enfurecidos defensores de la fuente malagueña? Lo normal en
Andalucía, donde a los fiscales se les tiene mucha fe porque
están “para un roto y para un descosido” es decir,
presentarnos a hablar con el Fiscal Jefe “a denunciar”. ¿Y
que pasó? El Ayuntamiento tuvo que gastarse los cuartos en
contratar a restauradores para reparar la fuente,
rescatándola de la nave y luego colocarla en un punto
neurálgico de la ciudad que es la amplia rotonda del Corte
Inglés (y echando sus correspondientes chorros de agua por
los surtidores, por cierto) en la Plaza de la Constitución
no cabía porque ampliaron al doble las tribunas de la Semana
Santa para que cupieran más “personalidades”, pero las
gitanillas pidieron y obtuvieron Justicia por parte del
Fiscal. ¿Y el despacho del siguiente Fiscal Jefe Antonio
Morales? Un jubileo de problemas, quejas y reclamaciones
siempre escuchadas y atendidas.Tal vez por eso me extraña el
poco “uso” que se hace en esta ciudad de la Fiscalía porque
¿Si la gente no tiene a un “garante de la legalidad” a quien
acudir y no hay Defensor del Pueblo a quien se va? Siempre
queda Carracao, pero así no va la cosa y menos aún cuando
hay un Fiscal Jefe muy profesional y que sabe más que los
ratones colorados y unas fiscales que, como poco, saben
hasta latín. Los Fiscales son una garantía de que cualquier
denuncia con fundamento va a ser investigada y que cualquier
tema va a ser agilizado, de hecho cuando acontece una
ilegalidad flagrante lo mejor es acudir al Fiscal que él
sabrá lo que tiene que hacer y qué hilos ha de mover, porque
para eso está: para garantizar la legalidad..
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