Prefiere no hablar de su dimisión y vuelta para seguir
“remando” junto al resto del equipo directivo del Instituto
Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). Juan Carlos Mata es
el director médico de Atención Primaria, después de haber
sido médico del centro de salud del Tarajal desde 1992 y
coordinador de equipo entre los años 2003 y 2005. Considera
que se ha perdido la ilusión de los comienzos y que del
grado de motivación de los trabajadores sanitarios dependerá
que se cumplan o no los objetivos. Está satisfecho de que en
Ceuta “no se hayan producido recortes”, aunque tampoco sobra
el dinero para proyectos como el cuarto centro de salud que,
de momento, es inviable.
Pregunta.- Es la segunda vez que asume un cargo directivo
en el Ingesa, ¿qué aprendió en su primera etapa que le pueda
servir ahora? ¿Qué ha hecho hasta llegar aquí?
Respuesta.- Yo terminé la carrera de Medicina en 1983 y por
circunstancias personales me vine a Ceuta. Nunca me faltó el
trabajo y en 1985 comencé en el antiguo Insalud, ahora
Ingesa. He pasado por multitud de contrataciones y en 1996
conseguí la plaza en propiedad en el último concurso
oposición que hubo para conseguir plaza de médico de
familia. Desde 1992 he estado en el centro de salud del
Tarajal y siendo de director médico de Atención Primaria el
doctor Emilio Ambrona, estuve de coordinador de equipo, de
2003 a 2005. Mi paso por esa actividad fue muy gratificante
y aprendí muchas cosas que ahora me están siendo de gran
ayuda. Adquirí conocimientos de gestión y de presión
asistencial, sobre demoras y acerca de adaptar presupuestos.
P.- ¿Qué cualidades debe tener un buen gestor?
R.- Yo creo que debe tener dos ideas claras: por un lado,
partir de una realidad y conocer cómo está la situación
real, adaptarse al presupuesto establecido y valorar la
eficiencia de las medidas que adoptes, y por el otro,
motivar al personal, que es la empresa. Las iniciativas
deben ser consensuadas con ellos. Los objetivos que se
consigan dependerán mucho de ese grado de motivación y
explicación.
P.- ¿Y cómo está ahora ese ánimo del personal?
R.- Yo no considero que el personal esté desmotivado, sino
cansado de las rutinas. La Atención Primaria no se ha
desarrollado todo lo que debería, cuando en 1990/91 empezó,
hubo mucha ilusión porque se pensó que se harían cosas muy
diferentes a las que hasta ese momento se hacían. Antes de
trabajar en Atención Primaria a siete horas, se trabajaba a
cupo, con consultas de dos horas y media. Estabas localizado
de 9 a 17 horas para cualquier asistencia domiciliaria de
esos pacientes de tu cupo. Es lo que se llamaba las
cartillas. De eso se pasó a las siete horas y la Atención
Primaria no sólo se enfocaba a la curación, sino también a
la promoción, prevención y rehabilitación. Eso conllevó que
se acogiese con mucha ilusión. La Atención Primaria es la
puerta de la sanidad y ya no sólo se curaba sino que se
hacían otro tipo de controles y se intentaba modificar sus
hábitos de vida, se potenciaba la adherencia al tratamiento,
y se daba, en conclusión, un abanico más amplio de
actuaciones al médico. El problema es que con el transcurrir
de los años, la realidad ha sido otra. No se ha invertido
todo lo debido en Atención Primaria, se ha tendido a la
cobertura de la Especializada, la importancia del hospital,
y eso ha desmotivado a los profesionales y ha conllevado a
cierto grado de parón. Ahora hay que impulsarlo, porque el
que menos tiene una presión asistencial de 35 o 40 personas
al día y el médico no se puede limitar a tratar el caso
puntual del paciente.
P.- En esa línea, ¿considera positivo aunar Atención
Primaria con Especializada?
R.- No se trata de que estén separadas, sino de que la
Atención Primaria es la primera puerta de entrada del
usuario al sistema sanitario, la que debe resolver el 90% de
las consultas que el paciente presenta. Eso no quita para
que esté muy unida a la Especializada, pero cada una tiene
su cometido.
P.- ¿Cuál es el punto de partida de la sanidad ceutí?
R.- Tiene profesionales muy formados y ese es uno de los
puntos fuertes de la Atención Primaria. Además está bien
reconocida, como lo demuestran estudios de satisfacción y
las estadísticas de cambios de médico. Hace años era
impensable que el paciente diabético o de otras patologías
de Especializada iba a ser tratado en Atención Primaria. Lo
mismo con la hipertensión, el colesterol, etcétera.
P.- ¿Los trabajadores tienen temor en determinadas
ocasiones a la reacción del paciente?
R.- El grado de permisividad de la gente, por situaciones
externas como el aumento del paro, es menor y eso hace que
la gente valore más sus derechos, pero menos sus deberes. El
médico está puesto en primera línea de batalla y cualquier
negación provoca que personas no controlen su postura y se
generen situaciones conflictivas, pero tampoco tiene gran
incidencia.
P.- ¿Se cubrió la demanda de los trabajadores del Tarajal
que pedían ser acompañados en los desplazamientos a
domicilio?
R.- No se ha podido cumplir porque son circunstancias o
condiciones que nosotros como institución no podemos asumir.
Tenemos el apoyo de la asociación de vecinos del Príncipe
para acompañar a los profesionales a los domicilios y es la
idea que le transmitimos, que vayan acompañados. De todos
modos, las ganas de mantener vivo ese centro de salud son
muchas.
P.- ¿Se contempla la creación de un cuarto centro de
salud?
R.- De momento, no.
P.- ¿Y de nuevas de contrataciones de personal?
R.- Se piensan cubrir las vacantes, pero es un momento malo
presupuestariamente. No tenemos recortes en Atención
Primaria pero sí adaptarnos a las medidas de eficiencia y
cualquier contratación tiene que adaptarse a eso.
P.- ¿Qué porcentaje se va a cubrir en las sustituciones
de verano?
R.- No puedo hablar de porcentajes, pero ya está pactado con
los coordinadores médicos que son los que nos solicitan la
cobertura de sustitucines de los médicos y los enfermeros, y
habrá contrataciones en cada centro de salud y parte de esas
necesidades se harán a través de atención continuada, es
decir, los mismos médicos se cubren entre ellos.
P.- ¿Cómo está en estos momentos la situación de
Pediatría?
R.- Los pediatras de la zona dos se quejaban de que veían a
tres pacientes en diez minutos, tuve una reunión con ellos y
se ha modificado, se ha consensuado un modelo agenda
beneficioso para ambos, donde se mantienen las citaciones a
demanda por encima de la presión que ellos soportan
habitualmente.
P.- ¿Qué opina de las declaraciones que hizo la senadora
Luz Elena Sanín y cómo piensa que se debería abordar la
situación de la población transfronteriza?
R.- Se escapa de mi competencia la solución, pero
personalmente creo que el sanitario debe prestar asistencia
a todo lo que llega. Poner medidas que puedan provocar
cierres serían difíciles de llevar a cabo. Sí pienso, sin
embargo, que si el estado marroquí sabe que hay personas que
reciben asistencia aquí, debería de revertir algo de ese
importe económico que supone.
P.- ¿Qué opina de la situación que denuncian los
españoles residentes en Marruecos, que cotizan para el
Estado español pero se les niega la asistencia sanitaria en
Ceuta, a no ser que sea por Urgencias?
R.- Se ha intentado tocar, pero hay un problema que
repercute sobre nuestra población. Hay gente que vive en
Marruecos y han cotizado en España y vienen a Ceuta a
recibir asistencia de manera periódica, pero no están
cotizando en Ceuta. Esas personas tenían que recibir la
asistencia en Marruecos, porque hay un convenio
hispano-marroquí que lo regula; después España lo retribuye.
P.- ¿No es viable entonces que en lugar de ese convenio
recibieran la asistencia en Ceuta?
R.- Lo que dice la ley es que para recibir asistencia
sanitaria se debe residir en donde se va a recibir. Si está
en un país vecino, ya no reside aquí, por lo que asumir
Ceuta ese grupo de usuarios que son de otras autonomías, no
se le puede dar una atención continuada, está fuera de
nuestro límite de actuación.
P.- El gobierno no descarta nuevos recortes, ¿Cree que
Ceuta es susceptible de más ajustes?
R.- Este año no ha habido recortes sanitarios para Ceuta
pensando que está ajustado a lo que se puede conseguir,
valorando la eficacia y la eficiencia, pero no sabemos
cuándo vamos a salir de esta crisis.
P.- ¿Piensa que el usuario tiene suficiente educación
sanitaria y control en el consumo de medicamentos?
R.- No, no la tiene, y eso hace que la educación sanitaria
sea uno de mis pilares básicos. Enfocarla a que el personal
sanitario, sobre todo el de Enfermería, se vuelque en la
divulgación. Lo básico debe conocerlo el paciente, modificar
sus hábitos nocivos, mejorar su alimentación. El pilar
educativo es fundamental en la promoción y divulgación y
queremos aprovechar para ello a nuestro personal, que está
muy buen formado. Nuestro principales proyectos están
enfocados a la charlas, en noviembre haremos un día de la
diabetes, y a seguir trabajando por el bien del usuario, que
es a quien nos debemos.
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