Los servicios de la Consejería de Fomento procedieron ayer a
la ejecución de un nuevo decreto de derribo de
construcciones ilegales. En este caso, y según explicó el
director general de Obras Públicas, Francisco Navas, se
trataba de un muro de obra que se presumía serviría, una vez
techado, para “ampliar” una vivienda.
La edificación derribada ayer se corresponde en concreto con
el número 107-H de Arcos Quebrados, en la barriada del
Príncipe Felipe. Tal como informó Navas, los trabajos de la
brigada de Obimace, vigilados por la Policía Local,
transcurrieron sin incidente alguno. La labor se realizó con
mazos y martillo neumático y sólo se conservó una parte del
muro situado sobre la entrada de agua corriente de la
vivienda contigua.
Esta es la segunda actuación que, en el ámbito de la
Disciplina Urbanística afecta a una edificación con fábrica
de ladrillo. La primera se llevó a cabo también en Príncipe
Felipe el jueves y sirvió para liberar el parque infantil de
un kiosco construido sin licencia en uno de sus vértices.
Hasta el momento, la Ciudad había procedido a la retirada de
palés y cercados realizados a base de chapas y otros
elementos similares con la intención de ocupar algunos
terrenos públicos, como han sido casos en Loma Colmenar y
Príncipe Alfonso. También se ha decretado la demolición de
un ático.
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