Nunca se hace leña del arbol
caído, si no es para vivir... se hablaba de trabajar para
vivir, no vivir para trabajar, pero ahora la sociedad ha
entrado en un miedo, en un pánico general, con esto de la
crisis, los recortes, la prima de riesgo, la intervención de
Europa, y da miedo poner la televisión y escuchar las
noticias, mientras los muertos caen a centenares en Siria,
donde el régimen de Assad, hace las carnicerías a su antojo,
ante la mirada de la ONU, luego cuando llegue la
intervención de los Cascos Azules, dirán, ¡ marchense
ustedes de aqui !...
Se habla de la vida personal, de estar más con mi familia,
de cuidarme, de divertirme, de aprender, y de no hacer
ciertas cosas, dicen que ignorar, es también tan importante
como decidir, a que debe uno prestar atención. Aprovechando
las virtudes, que pueda tener uno, y aceptar las
limitaciones, porque nuestros defectos, sean el secreto de
nuestra virtud.
Valorar uno las diferencias, no desperdiciar el año,ni su
ventaja competitiva, intentando pasar desapercibido, porque
la gente quiere con tus problemas, hacer la “carnaza “, el
chisme, el comentario, para olvidar los suyos, y de esos
recuerdos, está uno curado de espanto.. pasar desapercibido,
jamás, uno echa cojones, y ante los rumores y habladurías,
te pones lo más guapo posible, y paseas de arriba a abajo la
calle Real.
Si persigue uno su pasión, uno va a prestar más atención a
lo que quiero, y menos a lo que debiera... quizá porque he
aguantado cosas durante mas de veinte años, y ahora uno
dices no y es no, y el si, será para algo que merezca la
pena, uno fué tarea de muchos, y todas las cosas tienen una
caducidad, un principio y un fin...
Los enemigos que a uno acechan, los falsos, los traidores,
los que se aprovecharon de uno, que solo me faltó frotarles
la espalda en el baño... los que nos boicotearán, algun
proyecto vital, y la estrechez de miras, para detenernos,
para observar y asustar, el miedo a fracasar.
Hace más de veinte años, si algo más, tuve que bajar a un
yate en el muelle, aquello era una cosa nueva, algo curioso,
de incertidumbre, aprender a moverme, por las escaleras de
un muelle, subir a bordo, volver a subir a tierra firme,
saltar con una embarcación , con una ola descomunal un dia
de levante, ver la hélice del melillero... cosas que jamás
me imaginé que iba a experimentar..
El miedo a fracasar, el fracaso, es inevitable, util e
instructivo, de los llantos, de los lamentos, de los
recuerdos, de lo que pudo haber sido y no fue... todo tiene
un porqué... y la vida tiene esas cosas para demostrar ,
como el Ave Fenix, que uno ha vuelto a surgir de las
cenizas, o si el diablo dijera, “este cabrón se ha levantado
hoy otra vez”...
Y seguimos caminando, porque nos puede la paralisis
matutina, de eso doy fe, meterse uno en la ducha, y estar
con los escalofríos de lo dura que es la vida, y siga
avanzando, porque los juicios precipitados, el momento para
juzgar sus exitos y fracasos es NUNCA...
Y para terminar, con todas las conclusiones del mundo
mundial, del persiana, del currante, del boni, del muerto, y
de tanta gente que aprendí lo malo y lo bueno, nunca tendré
palabras, para describir al señor argentino, que tantas
mañanas, viene a nuestra redacción a leer el Pueblo, y en el
reconfortante sofá del recibidor, se quede dormido,
pensando, la Miseria Humana, que vi acá, jamás la vi en
Centroamérica..
He contado aqui, algunas reflexiones, que me dieron por
apuntar en unos cuantos bocetos y cuadernos, que ponen
limites o los liberan a nuestra pasión.
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