Las centrales sindicales dan una
rueda de prensa en la que proponen, que para evitar recortar
los salarios de las sociedades municipales, auténticas
agencias de colocaciones de partidos políticos y sindicatos,
donde encuentran un puesto de trabajo, por el señalamiento
del “dedtil”, primos, sobrinos, cuñados y demás parientes y
afectos, sean suprimidas las subvenciones que se le den a
los medios de comunicación.
Por supuesto se olvidan que toda la publicidad
institucional, por ley, se la deberán dar a todos los medios
de comunicación existentes en cada lugar de España. La
verdad sea dicha, un olvido lo tiene cualquiera.
Hay que comprender que los medios de comunicación
constituyen un serio peligro, haciendo salir a luz pública
ciertos asuntos que no dejan bien parados a partidos
políticos y centrales sindicales. Estas últimas, demostrado
está, cada vez con menos fuerzas de convocatoria en cada
manifestación o huelga que se lleve a cabo.
Pero dejando a un lado, esta perdida de fuerza convocatoria
de las centrales sindicales, estamos totalmente de acuerdo
con lo que proponen, sobre lo de suprimir las subvenciones a
los medios de comunicación pero… ¡Dita sea, siempre hay un
pero!
Dado la poca cantidad que supone esa supresión de las
subvenciones a los medios de comunicación, vamos a dar
nuestra opinión de cómo, no sólo se rebajarían los salario a
los trabajadores de las empresas municipales, todo sea a
favor de los trabajadores, sino que se les podría incluso
aumentar sus salarios.
Todo consiste en quitar las subvenciones que se les dan a
los partidos políticos, las centrales sindicales y los
empresarios lo que, sin duda alguna, supondría unos cientos
de millones de euros, igual más cantidad, que sería muy
superior a los que se pueda ahorrar dejando sin subvenciones
a los medios de comunicación.
Eso de quitar las subvenciones a partidos políticos,
centrales sindicales y empresarios, nos llevaría a una
democracia real pues, de esa forma, el que quiera partidos
políticos o centrales sindicales que abonen la cuota
correspondiente para el mantenimiento de ellos, teniendo en
cuenta que son muchos millones de españoles que ni votan a
ningún partido político, ni están afiliados a alguna central
sindical. Lo que supone una incongruencia, que de los
impuestos de todos esos millones de españoles, se les dé una
subvención a quienes no participan de los mismos.
Cuando alguien es socio de una entidad, sea esta cual fuere,
paga una cuota para mantener dicha entidad. Pasa igual que
con la masa social de un equipo de fútbol, cuyos socios
pagan una cantidad mensual o anual para su mantenimiento,
sin que esta salga de los impuestos de los españoles que no
pertenecen a esa masa social del club en cuestión.
Igual que se hace con la iglesia en la declaración de la
renta, poniendo una equis en la casilla de quienes quieren
aportar su colaboración, hagamos lo mismo para con los
partidos políticos y centrales sindicales. De esa forma, los
que simpaticen con algunos partidos políticos o centrales
sindicales sean los que los mantengan. O sea, con claridad
meridiana, que ambos vivan de las cuotas de sus afiliados o
simpatizantes. No caerá esa breva.
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