La festividad de San Antonio, al que la ciudad de Ceuta
profesa gran devoción desde tiempo inmemorial se celebró
ayer arropado por un magnífico día que invitaba a realizar
la tradicional romería. Esta festividad que los años no ha
hecho sino fortalecer, volvió a contar con la presencia de
cientos de ceutíes que no quisieron perderse su reencuentro
con el santo y poder disfrutar de una agradable día rodeado
de familiares y amigos.
Pasaban unos minutos de las 10.30 horas cuando cerca de 200
romeros ceutíes que cada año rinden homenaje al querido
Santo de Padua partieron, bajo un sol de justicia y
entonando alegres sevillanas, desde el céntrico entorno de
la Plaza de África y de la Gran Vía con dirección a la
Ermita de San Antonio, la cual acogió la Sagrada Misa de la
onomástica a las 12.00 horas. Llegó después el momento de la
procesión de la imagen a través de las carreteras del Monte
Hacho. Autoridades de la Ciudad como su presidente, Juan
Vivas, se encontraron presentes en un acto en el que la Casa
de Ceuta en Algeciras participó como uno de sus platos
principales.
Una ligera bruma de levante refrescó el ambiente e impidió
que el sol, que desde muy temprano caldeaba el ambiente,
elevara aún más latemperatura sobre la ciudad a lo largo de
todo el día, algo que agradecieron los romeros que arroparon
ayer, como todos los años, a San Antonio, en su cita con una
de las tradiciones más queridas de Ceuta.
A las 10.30 horas, aproximadamente, ya estaban todos los
romeros ceutíes reunidos en el céntrico entorno de la Plaza
de África y de la Gran Vía para ocupar su lugar en una de
las seis bateas que, abarrotadas, partieron con destino al
Monte Hacho para dejarles en las inmediaciones de la Ermita.
Algunos peregrinaban a pie desde sus propias casas y otros
lo hicieron un poco más tarde a bordo de los autobuses del
servicio gratuito que la Subdirección General de Festejos
facilitó para esta esperada festividad. En total, fueron
unos 200 romeros.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, fue uno de los
primeros ceutíes en demostrar su fidelidad a la tradición y,
poco antes de las 10.30 horas, mantuvo un encuentro con los
periodistas de la ciudad para declarar su amor a la
celebración de la onomástica del Santo de Padua. Vivas
destacó “la importancia de, un año más, tener un encuentro
con esta querida figura”, un encuentro en el que “los
ceutíes también disfrutarán de un espléndido día”.
Vivas, por supuesto, acompañó a los romeros ceutíes durante
todo el acto que tuvo lugar en el entorno de la Ermita de
San Antonio, al igual que lo hicieron otras personalidades
de la Ciudad como el comandante general de Ceuta, Ramón
Martín-Ambrosio Merino, el diputado socialista, José
Carracao, el presidente del Consejo de Hermandades y
Cofradías de Ceuta, Juan Carlos Aznar, así como otros muchas
personalidades.
La Misa
La Misa, que corrió a cargo del nuevo vicario general de
Ceuta, Juan José Mateos Castro, convirtiéndose en el primer
acto oficial del vicario en la ciudad, se concelebró con la
participación de varios sacerdotes de Ceuta frente a las
puertas de la Ermita.
Este año fue el coro de la Hermandad de Nuestra Señora del
Rocio el encargado de aportar el tono rociero a la
Eucaristía entonando varias canciones.
Durante el oficio religioso, el nuevo vicario exaltó la vida
del ‘Doctor Evangélico’, quien consagró lo principal de su
vida a la predicación de la divina palabra, y en la forma de
Sermones es como han llegado hasta nosotros los destellos de
su sabiduría.
Finalmente, antes de concluir la Solemne Misa, el vicario
procedió a la bendición del nuevo estandarte de la Cofradía
de San Antonio así como de los tradicionales panecillos.
La procesión
Una vez finalizada la Sagrada Misa, los integrantes de la
Casa de Ceuta en Algeciras hicieron entrega a la hermandad
de un bonito ramo de flores que lució el Santo durante su
recorrido por los aledaños de la Ermita, que, mecido por sus
costaleros en “unas maniobras muy difíciles”, bajó las
escaleras de piedra de la Ermita para recorrer una parte de
las carreteras del Monte Hacho ante las miradas de los
ceutíes que le rendían tributo a su paso, mientras la
Asociación Cultural Banda de Música Ciudad de Ceuta entonaba
numerosas marchas procesionales.
Una vez de regreso a la Ermita, cientos de fieles se
acercaron hasta la reja de la misma para poder adquirir
alguno de los tradicionales panecillos de San Antonio que
año tras año regala ‘Panificadora El Molino’, y tampoco
faltaron las jóvenes solteras que pidieron al Santo
encontrar un buen novio con el que poder crear una familia,
para lo que cumplieron con la tradición y restregaron sus
nalgas por la regastada piedra de la Ermita.
Posteriormente, le llegó el turno a la hora de la comida, a
la que siguieron los tradicionales bailes, las risas, las
bromas y, por supuesto, la devoción y la amistad.
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