La opinión personal que ayer dió la senadora Luz Elena Sanín
sobre la necesidad de controlar un desafuero como el
contingente de partos de extranjeras en el hospital de
Ceuta, pronto ha contado con el respaldo, no ya de
compañeros de partido, sino del mismísimo Gobierno que dió
curso en la tarde de ayer, de una nota desde Presidencia a
la que ha tenido acceso este periódico y que representa, ni
más ni menos, que la voluntad política de “engrasar” una
máquina desajustada en cuanto a las prestaciones gratuitas
que se han venido haciendo a extranjeras en cuestión de
partos.
Y es que se han echado cuentas y mil millones de euros
anuales es una cifra, lo suficientemente seria y
desproporcionada, como para tomar medidas drásticas en una
situación económica como la actual.
No cabe pensar en un razonable control del gasto cuando se
manejan cifras de partos paulatinamente en aumento y, como
siempre, algunos se quedan en la anécdota para tratar de
“desgastar” a Gobierno, o como bien dijo Emilio Carreira,
“nos fijamos en que el acento está mal puesto y no atendemos
al contenido de la frase”. O dicho de otro modo más castizo,
“tomamos el rábano por las hojas”.
Quienes se han rasgado las vestiduras con una polémica
estéril acaban de recibir una “medicina” en forma de
planteamiento desde Presidencia del Gobierno que no admite
discusión posible, si lo que miramos es el interés general
(de España) y no hay otras miras distintas.
Los datos son concluyentes y las cifras, no admiten dudas:
el volúmen de partos de extranjeras es un costosísimo
tributo económico que España no se puede permitir. Ahora
resulta que Luz Elena Sanín, a quien se quería, desde algún
sector, “crucificar” ha sido respaldada. A la vista de su
opinión personal parece que ha tenido más peso del que
algunos imaginaban. Una vez más, las matemáticas no engañan
y los partos son los que son...¡Menudos números!
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