El almacén del Banco de Alimentos fue objeto ayer de los
ladrones, quienes forzaron la puerta de entrada para poder
acceder a su interior y llevarse entre otras cosas un grupo
electrógeno que dotaba de luz al almacén, varias
herramientas, y alimentos. El presidente del Banco de
Alimentos de Ceuta, Pedro Mariscal, mostraba su indignación
ante este suceso asegurando que en estos tres meses que
llevan en la zona han sufrido dos intentos de robo. Mariscal
aseguraba que la Ciudad se había comprometido a realizar una
serie de obras para mejorar la seguridad del almacén, pero
finalmente ha hecho nada.
El presidente del Banco de Alimentos de Ceuta, Pedro
Mariscal, no podía aguantar más y ayer aseguraba que, pese a
contar con la inestimable ayuda de los vecinos de la zona,
la ubicación del almacén de la organización que preside en
Ceuta “no es la idónea, tanto por la lejanía del mismo, como
por el acceso y también por el pésimo acondicionamiento del
local”.
Esas afirmaciones las realizaba a EL PUEBLO mientras
mostraba su malestar al comprobar que por segunda vez en
tres meses forzaban la puerta de acceso al almacén para
acceder y robar en su interior. Si la primera vez todo quedó
en un mero intento, ayer los ladrones consiguieron su
objetivo y pudieron adentrarse en el almacén para sustraer
del mismo un grupo electrógeno que surtía de luz al almacén
ya que, pese al compromiso de la Ciudad, no se arregló la
instalación eléctrica, varias herramientas, y también
alimentos que tenían agrupados por palés.
Mariscal mostraba su preocupación ya que en estos días
recibirán la segunda remesa de alimentos desde la península
y el local, como se pudo comprobar ayer está totalmente
“vendido”. El presidente del banco de alimentos de Ceuta
recordó que esta importante cantidad de productos, que
deberán repartir entre las diferentes cáritas y asociaciones
de la ciudad, irá destinada a ayudar a decenas de familias
desfavorecidas y que no pueden permitirse el lujo de estar
ubicados en un almacén “inseguro, sin acondicionar, alejado,
en denifitiva que no reúne las condiciones mínimas
indispensables para poder llevar a cabo con ciertas
garantías el trabajo que desempeña el Banco de Alimentos”.
Un vecino de la zona, tal y como aseguraba Mariscal, fue el
encargado de llamar a la Policía al sentir fuertes golpes
alrededor de las cuatro de la tarde. Cuando se personaron
los agentes de la Nacional comprobaron como la puerta estaba
forzada. Posteriormente, los encargados del Banco de
Alimentos se trasladaron hasta la comisaría para interponer
la denuncia pertinente y resaltar que les habían sustraido
varios artículos.
Mariscal aseguraba a EL PUEBLO que cuando desde la Ciudad se
les cedió el local, de forma provisional, les prometieron,
debido al acceso y a las condiciones del almacén,
acondicionarlo y dotarlo de una puerta o un enrrejado que
dificultara o impidiera el acceso de los ladrones, pero
después de tres meses no se ha realizado nada de los
prometido desde la Ciudad y lo único que han obtenido ha
sido intentos de robo y vivir con la incertidumbre de si los
productos seguirán en el local cuando lleguen a la mañana
siguiente.
Por último, los miembros del Banco de Alimentos, una vez
realizadas las diligencias oportunas procedieron a cambiar
la puerta de acceso de forma provisional, ya que los
ladrones ocasionaron imporotantes daños en el marco de la
misma y habría que cambiar la estructura completa para
restaurar la mínima seguridad de la que disponían.
Finalmente, Mariscal se alegraba de no haber llevado al
almacén los más de 1.600 kilos de alimentos recaudado
durante el pasado fin de semana en la campaña de recogida de
alimentos llevada a cabo en el Eroski, asegurando que
hubiese sido un daño irreparable el robo de todos esos
productos que repartirán en los próximos días entre los más
necesitados. Mariscal, pese al mal trago del robo perpetrado
en el almacén del Banco de Alimentos, quiso agradecer a
todos los ceutíes que se encuentran comprometido con esta
causa y están ayudando a la organización ha poder llevar a
los más necesitados esos productos alimenticios de primera
necesidad.
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