El Centro Mediterráneo, cuyo incendio a finales de 2011 ha
dado lugar a unas obras no solo de reparación, sino de
reforma “integral”, estará listo para su apertura el próximo
mes de septiembre, según las previsiones que maneja el Área
de Menores. Las modificaciones que se han llevado a cabo han
habilitado un módulo para que menores con buen
comportamiento de 16 a 18 años puedan tener un espacio de
adaptación a la vida autónoma, paliando así la carencia que
quedó en el Área el cierre de dos pisos tutelados.
El Centro Mediterráneo volverá a acoger a los niños y
jóvenes tutelados por el Área de Menores de la Ciudad
Autónoma “a más tardar” el próximo mes de septiembre. Así lo
ha afirmado la vicepresidenta primera de la Asamblea, Adela
Nieto, competente en la materia tras la última remodelación
en el seno del ejecutivo local. Según ha informado Nieto, la
vuelta de los niños al centro, que sufrió un incendio en
diciembre de 2011, está únicamente a expensas de que se
licite y adquiera el nuevo mobiliario para el edificio, que
ha sufrido un proceso de remodelación “integral”.
“Por la ley de contratos del sector público solo se puede
acometer como obra de emergencia el piso que se incendió,
pero evidentemente los otros estaban mal” afirman desde el
Área de Menores, cuyo objetivo es hacer del Mediterráneo “un
centro residencial”.
“Hay que tener en cuenta que tenemos competencias en malos
tratos, abusos, violaciones, trata... y no podemos mezclar
los perfiles de los niños. Por necesidades imperiosas de la
demanda y el efecto del movimiento migratorio hemos tenido
que mezclar inadecuadamente perfiles de niños, pero el
Centro Mediterráneo es un centro residencial, no de primera
acogida. Los niños van allí tras un estudio psicosocial de
la situación familiar y tras tomar la decisión de la
separación de su familia”.
Hasta que se produjo el incendio, en diciembre de 2011,
convivían en el Mediterráneo niños y niñas de 6 a 18 años
dentro del sistema de protección infantil junto a un grupo
variable en número de menores subsaharianos, pero el
objetivo de la reforma es que esto cambie de cara al futuro,
porque “es un tema de inmigración, de pobreza, no de
desprotección infantil en sí mismo”. Las obras en el
edificio han remodelado el centro para que una planta sea
para niños y una segunda para niñas. En una tercera zona, en
la parte de abajo, se ha preparado un pequeño modulo para
niños de entre 16 y 18 años con buen comportamiento y que no
tienen familias que les acojan. Allí se les preparará para
su transición a la vida autónoma. Con esta reforma se
conseguiría paliar la carencia de instalaciones para este
tipo de menores consecuente del reciente cierre de varios
pisos tutelados. “Los pisos no se han cerrado porque hayamos
querido sino porque así lo decidió Cruz Roja, el de
Mensajeros de la paz no era efectivo para lo que nosotros
queríamos”, explican en Menores.
Con esta reforma se afianza la idea del Área de que el
centro de primera acogida de menores en la ciudad autónoma
será en el futuro el Albergue de Hadú. La idea de los
responsables del Área es que los menores subsaharianos no
residan, según estos términos, en el Mediterráneo tras su
reapertura.
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