Las manifestaciones realizadas por Emilio Postigo (CCOO) y
Juan Carlos Pérez (UGT) dejan entrever un desconocimiento
mayúsculo y una falta de rigor asombrosa.
Apuntan como una posible solución, dentro su propuesta del
plan de ahorro, suprimir la publicidad a los medios de
comunicación. Y dicho así, a palo seco, se quedan tan
panchos. ¿No saben UGT y CCOO que la Ciudad Autónoma no ha
reducido sino que ha suprimido ya casi la totalidad de las
partidas de la publicidad en las empresas municipales?
Hombre, al comparecer ante los medios, lo primero debería
ser informarse de lo que van a hablar, y en segundo lugar,
no tirar tampoco piedras sobre el colectivo de trabajadores
a los que convocan para que divulguen sus noticias y
reivindicaciones, porque la publicidad que sale de la
institución autonómica no va a un ente abstracto, sino a
empresas que sustentan puestos de trabajo y que ahora se han
visto abocadas a las estrecheces económicas e incluso
algunas obligadas a llevar a efecto ERES muy dolorosos. ¿O
creen los sindicatos que es muy satisfactorio para un
empresario verse en esta situación de ajustes para
supervivir como empresa?
Los sindicatos no han de olvidarse nunca que su razón de ser
es la defensa de los trabajadores en el más amplio sentido
de término; no de unos en concreto, por lo que a la hora de
hablar y ser críticos, han de ser rigurosos, conocer la
verdad y no vestir un santo desvistiendo a otro.
No se puede estar en misa y repicando, como tampoco se puede
defender a ultranza a los empleados públicos de las
sociedades municipales y aportar, como “solución” que otros
colectivos, también de trabajadores, tengan su empleo menos
protegido.
Si UGT y CCOO hablan de poner las cartas sobre la mesa más
vale que las pongan todas, como el gasto que suponen los
liberados, y no sólo las que más les interesen. O que
jueguen con cartas marcadas.
Que se pregunten también cómo lo pasa el empresario para
llegar a final de mes y afrontar las nóminas de sus
empleados con nuestro débil tejido productivo. No
demonicemos a quienes dan trabajo; tampoco se olviden de
quienes trabajamos en un medio aunque no sea público y,
sobre todo, no pierdan la brújula en sus objetivos, ya que
la auténtica razón de ser de los sindicatos es defender al
trabajdor por igual y a todos los niveles.
Cualquier otro comportamiento es jugar a político y eso,
dicen, ni lo quieren ni les gusta. A ver... Demuéstrenlo.
Otra cosa, sería desvariar.
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