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OPINIÓN - MARTES, 5 DE JUNIO DE 2012

 
OPINIÓN

Si reclaman seriedad deberían empezar por ustedes mismos

Por El Pueblo


Las manifestaciones realizadas por Emilio Postigo (CCOO) y Juan Carlos Pérez (UGT) dejan entrever un desconocimiento mayúsculo y una falta de rigor asombrosa.

Apuntan como una posible solución, dentro su propuesta del plan de ahorro, suprimir la publicidad a los medios de comunicación. Y dicho así, a palo seco, se quedan tan panchos. ¿No saben UGT y CCOO que la Ciudad Autónoma no ha reducido sino que ha suprimido ya casi la totalidad de las partidas de la publicidad en las empresas municipales? Hombre, al comparecer ante los medios, lo primero debería ser informarse de lo que van a hablar, y en segundo lugar, no tirar tampoco piedras sobre el colectivo de trabajadores a los que convocan para que divulguen sus noticias y reivindicaciones, porque la publicidad que sale de la institución autonómica no va a un ente abstracto, sino a empresas que sustentan puestos de trabajo y que ahora se han visto abocadas a las estrecheces económicas e incluso algunas obligadas a llevar a efecto ERES muy dolorosos. ¿O creen los sindicatos que es muy satisfactorio para un empresario verse en esta situación de ajustes para supervivir como empresa?

Los sindicatos no han de olvidarse nunca que su razón de ser es la defensa de los trabajadores en el más amplio sentido de término; no de unos en concreto, por lo que a la hora de hablar y ser críticos, han de ser rigurosos, conocer la verdad y no vestir un santo desvistiendo a otro.

No se puede estar en misa y repicando, como tampoco se puede defender a ultranza a los empleados públicos de las sociedades municipales y aportar, como “solución” que otros colectivos, también de trabajadores, tengan su empleo menos protegido.

Si UGT y CCOO hablan de poner las cartas sobre la mesa más vale que las pongan todas, como el gasto que suponen los liberados, y no sólo las que más les interesen. O que jueguen con cartas marcadas.

Que se pregunten también cómo lo pasa el empresario para llegar a final de mes y afrontar las nóminas de sus empleados con nuestro débil tejido productivo. No demonicemos a quienes dan trabajo; tampoco se olviden de quienes trabajamos en un medio aunque no sea público y, sobre todo, no pierdan la brújula en sus objetivos, ya que la auténtica razón de ser de los sindicatos es defender al trabajdor por igual y a todos los niveles.

Cualquier otro comportamiento es jugar a político y eso, dicen, ni lo quieren ni les gusta. A ver... Demuéstrenlo. Otra cosa, sería desvariar.
 

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