¡Y con la laureada colectiva de San Fernando! No cabe mayor
distinción militar para premiar el heroísmo de nuestros
soldados en el desastre de Annual, gesto honroso de
reconocimiento de aquellos llamados “los valientes de
Alcántara”, inconmesurables jinetes, grandes caballeros y
españoles dignos de ser llamado eso, españoles. Porque no
hay mayor título sobre la faz de esta tierra, ni más insigne
distinción que ser español y partícipe de una Historia que
comienza en Atapuerca y que es cuestión de ADN que no de
DNI.
Desde la llegada a Ceuta de esta escribidora tuve el
privilegio de poder investigar en los tesoros bibliográficos
ocultos en las tripas de la Biblioteca Militar y desde allí
comenzar mi “Memoria de los Olvidados” de aquellos bravos
que dieron su sangre por Dios y por España (que no por su
deleznable Gobierno) y a los que todos parecían haber
olvidado y más aún quienes en nombre de una presunta
“Memoria Histórica” quisieron dividir en dos a España y
ponernos a buscar restos por las cunetas, sin recordar que,
para restos, los de los asesinados por Carrillo y sus fieras
en Paracuellos del Jarama.
Mis “Olvidados” fueron relatando sus cuitas desde la Sala de
Investigadores y pidiendo ser devueltos a España desde los
cementerios en tierra marroquí en los que muchos de ellos se
encuentran y suplicando misas y ermitas en su Sagrada
Memoria en los barrancos de Igueriben, en Montearruit, en
Annual, en las pozas anónimas adonde fueron a parar tantos
hombres descuartizados.
¿Y quienes hemos luchado por recuperar su Memoria y
rescatarles para volver a la Patria? El primero el Coronel
Claudio Domínguez de Patrimonio en peregrinar por
cementerios de Olvidados, también el Archivero Grimaldi y
todo el personal de la Biblioteca Militar que estamos
viviendo la aventura de la Historia, participando en las
anécdotas de los caídos y chantajeados moralmente para
montarles ahora un altarcito con velas, en Navidad adornos
de guirnaldas luminosas, más tarde una excursión al
cementerio español de Tetuán, luego el empeño de montar una
Cruz de Mayo y la peregrinación a la ermita de San Antonio
con invitación expresa a merendar... Cómo el grupo de la
Memoria de los Olvidados nunca supimos que era imposible
rescatar la Memoria y homenajear a los nuestros, decidimos
hacerlo.
¿Tendrán algo que ver nuestros escarceos y aventuras con la
concesión de esta condecoración a nuestros valientes del
Regimiento Alcántara? De hecho uno de los espíritus de la
Biblioteca es Francisco de Borja al que todos llaman
“Glorioso” por ser precisamente del Glorioso Alcántara y que
tuvo como capitán a mi bisabuelo, Adolfo de Madariaga, uno
de los cuatro capitanes a las órdenes de Primo de Rivera y
uno de los dos que asistieron a su entierro madrileño cómo
representantes del Regimiento.
Mi bisabuelo no cayó en Annual, fue de los pocos que se
libró y vivió para contarlo y para transmitir la memoria, el
ADN furiosamente español a mi abuelo militar y él a mi madre
y ella a mí y yo a mis hijos y mis hijos a sus hijos... ¡La
laureada de San Fernando! ¡La que se ha liado con los
Olvidados de la Biblioteca Militar de Ceuta!
Y eso que del Alcántara hay pocos, porque aquellos fieros
jinetes trataban de jamás abandonar a un compañero caído.
¿Que algunos pamplinas dicen que esta condecoración puede
escocer a algunos? Pues que se jodan, nuestra Historia es la
que es y no la vamos a manipular ni a amañar para darle
gusto a cuatro indeseables envidiosos y rastreros,
indigentes morales y babosos y no entro en palabras mayores
para no quitar solemnidad a estas frases. Pero me llega una
reivindicación bastante furiosa ¿Y por qué a los nobles del
Alcántara 14 que eran “lo más de lo más” y no al resto de
los que cayeron? Todos tienen idéntico derecho, todos la
merecen, es más opino que el Alcántara debería hacer un
comunicado afirmando que reciben este honor en nombre de
todos. Por honor.
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