Comenzaré con la anécdota de
aquella “famosa” que hace ya algunos años comenzó a vestirse
en la boutique de Chanel. Compraba uno de sus impecables
trajes de chaqueta, un prodigio de líneas, una costurera le
convertía la falda en atrevida minifalda y luego le
estrechaba la chaqueta hasta dejarla a punto de estallar. La
“famosa” decía llevar un Chanel y no un bodrio apañado y en
la exclusiva casa de modas se negaron a seguir vendiéndole
porque dañaba la marca.
Pues lo mismo podría pasar con las VPP del Hacho que fueran
en su momento todo un alarde arquitectónico, pero que en la
ciudad de las infracciones urbanísticas (se comienza por
joder a los de los áticos retranqueados que son menos
folloneros, pero demoliciones de ilegalidades ilegalizables
ni una), en el imperio del descontrol tan sólo hay que
observar lo que queda en estos momentos del proyecto
original
¿Tendrá razón el arquitecto que opinó con horror que eso
parecía “chabolismo vertical”? Vamos, vamos, tampoco hay que
quejarse en demasía si unos vecinos han apañado una ventana
por aquí, unas rejas por allá, ladrillos por acullá ¿Habrán
pedido licencias para obras menores y las tendrán
concedidas? El proyecto original, premiado
internacionalmente con numerosas distinciones, es de los que
parece haber sufrido de forma inexorable el embate, tanto
del tiempo, cómo de las supuestas infracciones que lo han
ido transformando, horterizando y afeando hasta extremos
inauditos.
No me extrañaría que los arquitectos del Estudio sevillano,
ante la caricatura de su ex-exitoso proyecto, anduvieran de
abogados para ver cómo pueden proceder y obligar a la Ciudad
a devolver su obra al estado original. Porque se supone y
presupone que “eso” era una obra de gran diseño
arquitectónico y que tiene autores conocidos y reconocidos
¿Suponen ustedes la opinión del turismo cultural cuando
acuda a fotografiar lo que resta del otrora proyecto
multipremiado? Van a alucinar, eso está garantizado y por
supuesto en lo que queda de las VPP no faltan los
tendederos. Nada que alegar, creo y creemos que Ceuta es la
única ciudad española que carece de las duras ordenanzas
municipales que prohíben, persiguen y multan cualquier trapo
puesto a secar que se vea desde la calle.
¿Y qué se hace en el resto de la geografía la gente cuando
tiene que tender? Pues se apañan con los patios interiores,
los más adquieren a plazos una secadora como en su día lo
hicieron con la lavadora o el frigorífico y si no ponen un
tendedero de pie en cualquier habitación, pero sacar a la
calle a secar ni un calzoncillo porque te meten una multa
que te cagas, con perdón de la expresión, pero es la verdad
más verdadera. A no ser que se trate de enclaves muy
marginales donde se tiene escaso aprecio a las normas como
pueden ser poblados chabolistas sin aceras, con la luz
enganchada y sin agua, allí mientras llegan o no llegan las
palas excavadoras y los municipales a demoler casas y a
retirar kilos de chatarra, la verdad es que la ropa puesta o
no puesta a secar parece que resulta indiferente, tanto a
más que el respeto a las zonas verdes.
Pero será interesante ver la reacción de los arquitectos
ante el desmadre en el que ha quedado su diseño. ¿Impacto
visual? De primera categoría, mucho más que esos áticos
retranqueados en lo alto de los edificios que se tienen que
ver con prismáticos y contra los que se está actuando con el
rigor que no se tiene para con las construcciones
ilegales-ilegales.
¿Y qué van a hacer los de los áticos? Pues podrían denunciar
una conculcación del Principio de Igualdad ya que si se
persiguen ilegalidades hay que comenzar por las más
flagrantes, de hecho un policía no deja que huyan los
autores de un atraco para irse a detener a un muchacho que
va sin casco en la moto.
¿Y qué dice Urbanismo de las VPP del Hacho? ¿O es que no
pasan por allí y no se han llegado a enterar? Verdaderamente
curioso ya que resulta muy flagrante.
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