Unas 9.040 personas tienen en Ceuta algún de discapacidad
declarada; la tasa más alta después de la de Melilla, en
base a los últimos datos recogidos en 2008. Más del 55% de
estas personas -un total de 4.092- tienen discapacidad en la
movilidad. El 41,3% (3.057 personas) tienen discapacidad en
el autocuidado; en la vida doméstica, el 40,6% (3.006); el
31,9% (2.365) tienen discapacidad de la visión; el 19,7%
(1.460), de la adudición. Le sigue, con un 11,5% (850
personas), quienes tienen discapacidad de la comunicación,
en el aprendizaje y aplicación del conocimiento, el 10,5%
(781), y de interacciones personales, el 9,7% (717). Hay que
tener en cuenta que una persona puede tener más de un tipo
de discapacidad. Más de la mitad de ellos reconocen
limitaciones en movilidad, autocuidado y vida doméstica.
Son estas personas las más afectadas por los recortes
sanitarios y por la reciente reforma de Sanidad establecida
por el Gobierno central, según denuncia el PSOE, quien
recoge los precios a los que se enfrentan estos usuarios:
“Una prótesis transtibial, 76.500 pesetas; una silla de
ruedas autopropulsable, plegable, con reposapiés abatibles,
56.100 pesetas; y un par de zapatos ortopédicos para grandes
deformidades, 50.000 pesetas”. “Nadie se está equivocando de
moneda: la última actualización del Catálogo General de
Material Ortoprotésico, que regula qué cantidad abona la
Seguridad Social a la persona que adquiere una prótesis, es
de julio del año 2000. Y esta versión, además, es una
pequeña revisión del catálogo de 1995. Ésta es una de las
realidades a las que se enfrentan las personas que necesitan
un aparato que les ayude a moverse y, por tanto, a llevar
una vida normal”, denuncia el responsable de Sanidad del
PSOE, Pablo Núñez.
“El copago, por tanto, existe desde entonces para las
personas con discapacidad física, aunque con diferencias
según las comunidades”, apunta el socialista, quien explica
que en Ceuta la legislación remite al Catálogo nacional,
“que lleva sin actualizarse 12 años, por lo que no contempla
la subida del IPC de este período, ni tampoco tiene en
cuenta lo mucho que ha evolucionado la Ortopedia desde
entonces.
“Cuando se redactó el Catálogo, las prótesis eran de madera.
Hoy son de titanio o de fibra de carbono”, apunta. “Con ese
Catálogo, los usuarios están costeando entre el 25 y el 30%
de la prótesis. Algunas, como las sillas de ruedas no
motorizadas, cuestan 500 euros y, de ahí, para arriba:
30.000 euros, 60.000 euros... Todo en función de la
complejidad de la pieza y las necesidades del paciente. Los
pacientes adelantan todo el dinero a la ortopedia y,
después, el Ingesa te devuelve la prestación, que puede
llegar uno o dos años después”, explica Núñez en referencia
al procedimiento de pago hasta ahora.
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