Genoveva Casanova y Moisés Chocrón presentaron anoche en los
Jardines de la Casa de América en Madrid, la Colección
Ceiba, una línea de joyería diseñada por la modelo mexicana
e inspirada en las raíces más profundas de la cultura maya.
Como ella misma declara, “hace tiempo que tenía el sueño de
crear una colección con ámbar mexicano e inspirada en mi
tierra, mi cultura y mis tradiciones. Hoy, por fin, de la
mano de mis amigos de Chocrón, he podido hacer realidad ese
sueño”. Por su parte, Moisés Chocrón destacó “la absoluta
implicación de Genoveva en el proyecto, su admirable
disposición a colaborar en todo lo referente al mismo y la
profesionalidad que como embajadora de Chocrón está
demostrando cada día”.
Genoveva Casanova lució durante toda la velada las cuatro
piezas que componen la colección -colgante, pulsera,
pendientes y sortija-, mostrando y explicando en primera
persona a los asistentes, el concepto, diseño y los
distintos aspectos de su nueva creación.
Bajo el nombre de “Ceiba”, árbol sagrado en la cultura maya,
esta colección de líneas puras sintetiza armónicamente el
simbolismo étnico mexicano y el diseño contemporáneo
europeo, una renovada mirada hacia lo natural-chic. En
palabras de la propia Genoveva, “cuentan los indígenas que
cuando estamos perdidos, cuando no sabemos qué camino seguir
en nuestras vidas y tenemos que enfrentarnos a decisiones
difíciles, es la Ceiba quien nos da claridad y quien ayuda a
su hermano, el hombre, a comprender. En esos momentos
debemos ir a ella y abrazarla y, si tenemos el corazón
abierto, ella le susurrará a nuestra alma y la confusión se
disipará, mostrándonos el camino que debemos tomar”.
La colección está realizada en oro rosa, ámbar de Chiapas y
cuero. Durante el pasado mes de marzo, una expedición
encabezada por Genoveva Casanova y el equipo creativo de
Chocrón viajó a Chiapas (México), uno de los lugares del
mundo con mayor producción de ámbar, con el fin de visitar
las legendarias minas y buscar in situ las piedras de mayor
calidad posible. Veinticinco millones de años han
transcurrido antes de que esas “lágrimas de la selva”, como
la llaman los indígenas, vean la luz. Y ahora, de la mano de
los artesanos de la firma joyera, adoptan la forma concebida
por Genoveva para lucir en los cuellos, manos y rostros de
unas pocas privilegiadas.
En el reverso de cada pieza de la Colección Ceiba, junto al
sello de Chocrón, se encuentra grabada la firma original de
Genoveva Casanova en miniatura.
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