Se trata de un problema que padecen los dos juzgados de lo
Penal de Ceuta: las ejecutorias penales. Aparentemente, el
asunto es simple, tanto como plasmar en papel las sentencias
dictadas por los jueces. Ahora bien, la escasez de plantilla
en ambos juzgados hace que sean muy pocos los funcionarios
que deben hacer el trabajo, por lo que necesitan refuerzos
que son autorizados cada dos meses aproximadamente por el
Ministerio de Justicia. El representante de CCOO en la Junta
de Personal de la Administración de Justicia, Miguel
Almedina, propone que estos refuerzos se consoliden como
plantilla fija.
Miguel Almedina, representante de CCOO en la Junta de
Personal de la Administración de Justicia en Ceuta, ha
propuesto que los refuerzos que se disponen por parte del
Ejecutivo central para la confección de ejecutorias penales
de los dos juzgados de lo Penal de Ceuta pasen a estar
consolidados como plantilla fija.
Las ejecutorias penales no son ni más ni menos que la
plasmación en un texto de las sentencias que dictan los
jueces. En el caso de los juzgados de lo Penal de Ceuta,
números 1 y 2, el número de ejecutorias es sencillamente
apabullante. Hace pocos días, superaban cada uno de los
juzgados las 600 ejecutorias, lo que pone de relieve que de
aquí a final de año se pueda alcanzar la cifra de 1.500
ejecutorias por cada uno de ellos. Se da la circunstancia de
que sólo hay tres funcionarios para realizar esta labor, con
lo cual el Ministerio de Justicia dispone un refuerzo para
cada uno de ellos. La última autorización del ministerio que
encabeza Alberto Ruiz-Gallardón ha sido para dos meses.
Recientemente, debido a la política de recortes en la
administración en general, se han suprimido hasta dos
refuerzos más, pero en distintas órganos judiciales, como el
Registro Civil y el Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción número 1.
Así las cosas, y teniendo en cuenta el volumen de trabajo
que soportan ambos juzgados es por lo que Almedina indica
que sería conveniente en consolidar como plantilla dichos
refuerzos para las ejecutorias de lo penal, en vez de estar
a la expectativa de que se vayan prorrogando las
autorizaciones temporales del Ministerio de Justicia. “El
volumen de trabajo que se realiza, en las ejecutorias
penales, en ambos juzgados de lo Penal de Ceuta es
sencillamente impresionante”, advierte Miguel Almedina. El
representante de CCOO constata que, en efecto, el Ministerio
de Justicia prorroga cada dos o tres meses los refuerzos,
“pero esto ocurre continuamente y no queremos más prórrogas,
sino que se consoliden en plantilla”, manifestó Almedina.
Uno de los grandes problemas de ambos juzgados son el
impresionante número de vistas orales que concluyen con
conformidad, fundamentalmente en lo que se refiere a delitos
contra la salud pública. Así, prácticamente dos de cada tres
vistas orales que se celebran son por este motivo y la
inmensa mayoría se resuelve por conformidad. Cada juicio
puede durar unos diez minutos máximo, incluyendo la
conducción de los detenidos desde los calabozos de la
Policía Nacional en el edificio Ceuta Center, donde tienen
su sede ambos juzgados. Pues bien, este ingente volumen de
sentencias debe, posterior y necesariamente, ejecutarse.
Generalmente, los acusados son culpables y teniendo en
cuenta los beneficios a los que pueden acogerse en el caso
de que den su conformidad a una sentencia en su contra, pero
más benévola de lo que sería en caso de celebrarse el
juicio, pues normalmente acaban conformándose con la pena.
Todo ello contribuye a agilizar el procedimiento penal, en
cuanto a los juicios, pero acumula trabajo en torno a las
ejecutorias de los mismos.
Hace unos años, señala Miguel Almedina, la media era de unas
trescientas ejecutorias penales, cifra que se ha
quintuplicado en la actualidad.
“Es una barbaridad”, dijo Miguel Almedina en relación al
ingente trabajo que soportan ambos juzgados, en cuanto a las
ejecutorias penales. Miguel Almedina apunta, por otra parte,
que en círculos cercanos a la Secretaría de Gobierno y a los
propios jueces, se está poniendo de relieve que no sería
descabellado pensar en la creación de un servicio exclusivo
para las ejecuciones penales. Máxime si se tiene en cuenta
que éste debía estar incluido en la nueva oficina judicial,
aún por crear. No se trataría de desechar el proyecto de una
nueva oficina judicial, sino de poner en marcha directamente
el servicio como un nuevo órgano judicial que descargara de
trabajo a ambos juzgados, y de por sí bastante cargados de
otras tareas. En efecto, desde la óptica del representante
de CCOO en la Junta de Personal de la administración de
justicia y sin minusvalorar la actuación y trabajo de otros
órganos judiciales, se constata que gran parte del peso de
la labor judicial en Ceuta la llevan los dos juzgados de lo
Penal.
“Es una carga de trabajo horrorosa. Los compañeros están
realmente superquemados”, indicó en referencia a la ingente
labor que realizan los profesionales de plantilla de ambos
órganos judiciales.
Otra cuestión que está en perspectiva sería la reconversión
de otros órganos de la administración de justicia que no
soportan una carga de trabajo demasiado fuerte. Así,
Almedina reconoce que se habla de la posible conversión de
uno de los dos juzgados de lo Contencioso-Administrativo en
uno mixto o uno penal.
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Una reducción de plantilla en base a criterios que ya no
sirven
Miguel Almedina recuerda que hace
años, los juzgados de lo Penal podían conocer delitos con
hasta seis años de continuidad, teniendo en cuenta que la
Audiencia Provincial descargaba procedimientos en los
juzgados de lo penal. Originariamente, apuntó, tenían más
plantilla. Ahora pueden conocer casos de hasta tres años de
antigüedad, pero sin embargo la carga de trabajo es ingente,
aunque no se ha aumentado la plantilla. Es en este sentido
por lo que el representante de CCOO en la Junta de Personal
de la Administración de Justicia entiende que habría que
consolidar como plantilla los refuerzos y no caer en ir
perpetuando los refuerzos, aprobados cada dos meses
aproximadamente por el Ministerio de Justicia.
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