El Consejo de Gobierno se hizo ayer eco del plan de pago a
proveedores que comenzó a ser efectivo el pasado jueves. El
portavoz del Ejecutivo, Guillermo Martínez Arcas, recordó
que entre el jueves y el viernes se tenían que saldar las
deudas de la Ciudad con 125 proveedores a los que se les
adeudaba más de 2.000 facturas por un importe de 79,5
millones de euros.
“Indudablemente supone una inyección de liquidez para muchas
empresas locales”, recordó el portavoz popular que trasladó
la satisfacción del Ejecutivo porque “al fin se ha saldado
la deuda con todas estas empresas”.
Inyección de liquidez
Una vez más, Martínez señaló que el objetivo de esta medida
es en primer lugar lograr mantener “los puestos de trabajo
que pudieran estar en riesgo, fundamental en las pymes
locales”. Logrado esto, el Gobierno espera que este crédito
suponga “un balón de oxígeno que permita llevar a cabo
inversiones e incorporaciones de nuevos puestos de trabajo”.
Y es que, el plan de pago a proveedores pretende reactivar
la economía local.
Para adherirse a este plan, la Ciudad tuvo que elaborar el
Plan de Ajuste en el que se recoge cómo pretende el Gobierno
devolver el crédito en diez años. El documento fue aprobado
en la Asamblea con el voto favorable de los populares, con
la abstención de los diputados sociales y la negativa del
grupo Caballas.
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