Ha vuelto. Emilio Carreira, en su primera comparecencia de
prensa como nuevo responsable de Comunicación del partido se
muestra como el antídoto de Juan Luis Aróstegui. En su
mirada al pasado habla de los demonios que vivieron-vivimos
con aquélla política convulsa de tránsfugas, conflictos
políticos, inestabilidad en suma que son el contrapunto de
lo que Juan Vivas ha sabido acometer.
Carreira ha sabido exponer las luces y las sombras sin
contraluz, con la oratoria y el sentido incisivo que le
caracterizan. Ha marcado terreno y ha señalado el objetivo,
eso sí, sin nombrarlo. “Algunos se han cambiado de nombre y
de chaqueta” apuntó. No hay que ser muy despierto para
percibir que acaba de estrenar el papel para el que Juan
Vivas le fichó en la Comisión Ejecutiva: el zapato a la
medida de quien intente vilipendiar al Partido Popular.
Los elogios a lo que se ha encontrado, no deja de ser un
brindis al sol, porque Carreira nunca se fue definitivamente
de la política, ya que es un verdadero “animal político”, en
el mejor sentido del término.
En cualquier caso, como “es de bien nacido ser agradecido”,
ha sabido corresponder con las florituras de las palabras y
los gestos, a la recuperación que Juan Vivas ha hecho de él,
sacándolo del ostracismo político y situándolo en el primer
plano como un valedor de su causa.
La presencia de Yolanda Bel, la nº 2 del Gobierno, es
sinónimo de la imagen de unidad que ha querido imprimir Juan
Vivas a su remodelado partido, haciéndonos ver que la acción
de Gobierno va en perfecta sintonía con la del partido que
recibe desde Madrid las consignas pertinentes para su
aplicación.
Por ello, a la puesta en escena de Carreira como portavoz
del partido ha tenido como complemento a la Consejera de
Presidencia y secretaria general que encarna, en sí misma
esa ósmosis gobierno-partido. Las reformas, la Educación y
la Sanidad, con sus “verdades” en escena, tratarán (con
estos portavoces), lavar un mucho la cara del partido con
una ciudadanía revuelta por haberle tocado el bolsillo.
Aludir al poder de las urnas en forma de votos resulta una
obviedad y no debiera ser el unico argumento para acallar al
adversario político. Y tan legítimo es obtener mayoría
absoluta como ocupar escaño por lograr en coalición el
mismo, ya que los comicios sitúan a cada uno en el lugar que
democráticamente le otorgan los votos.
El Partido Popular ha puesto en liza a dos “pesos pesados”:
Yolanda Bel y Emilio Carreira. Un complemento perfecto para
dar la batalla política en un momento difícil en el que casi
se nos pide hacer una prueba de fe, confiando en el éxito
venidero de unas medidas “reformistas” muy fuertes y que
estamos sufriendo. Y para ello, el PP va a tirar del poder
de convición mediática.
Se hubiera que definirlo en versión cinematográfica,
diríamos que se trata de “la pareja perfecta”. Emilio,
vuelve donde solía: a dar caña. Yolanda Bel, rememora su
pasado reciente de portavoz del gobierno. Uno y otra, son
dos pilares en un Ejecutiva en la que Juan Vivas incorpora a
un hombre como Francisco Olivencia, muy preparado, con
amplia experiencia y de su confianza.
El trio del que hablamos, Olivencia, Carreira y Yolanda, son
tres generaciones que encarnan la realidad del espectro
político que Juan Vivas ha querido mostrarnos: el mosaico
generaciones llevado a la política. Acaba de coger los
mimbres y hay que esperar que, al final, salga un buen
cesto.
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