Realmente estamos de enhorabuena porque, precisamente en
estos tiempos de duros recortes y de más escatimar, el
director territorial del INGESA de Ceuta, Fernando
Pérez-Padilla ha conseguido con sus artes el que se aumente
el presupuesto en el Contrato de Gestión de este año. Un
4,34% más de presupuesto no es para tirar cohetes, pero sí
es para congratularse por la subida que supondrá el estar
más cerca de lograr los objetivos previstos en relación con
la gestión de todo lo referente a la salud en esta ciudad.
Pérez-Padilla se ha llevado en Madrid el gato al agua y ello
significa un alivio y un cierto respiro tras las continuas
polémicas que han venido trascendiendo a la opinión pública
sobre el descontento imperante en el seno del Instituto de
Gestión Sanitaria ceutí. Hacían falta buenas noticias con
carácter urgente y el director territorial estaba impelido a
demostrar que la confianza en él depositada por todo el
personal es más que merecida. De hecho el mal ambiente, las
quejas y las dimisiones de dos grandes profesionales,
seguidas por un movimiento colectivo de protesta y de
enfrentamiento por parte de los restantes, ni le han
salpicado ni parece que vayan a suponer un desgaste de su
persona.
De hecho todos los movimientos contestatarios han ido
encaminados hacia un solo objetivo desestabilizador, pero
sin que la rociada de descontento haya salpicado ni a Perez-Padilla
ni al Delegado Paco Antonio González que ha dado una
diplomática “larga cambiada” y ha hecho un claro guiño al
personal en el sentido de apuntar hacia la certeza de ser
capaz de reconducir la situación y de que las aguas vuelvan
a su cauce. De hecho, si el Delegado de Gobierno se implica
y se empeña en ser él quien tome las riendas con el concurso
de Pérez-Padilla que es muy apreciado a todos los niveles,
seguro que el personal se apacigue. El diálogo con las
partes es fundamental y Paco Antonio resulta imbatible en
las distancias cortas, algo que no me invento ni se trata de
lanzar conjeturas sino que es una evidencia y un hecho
constatado.
Se han marchado dos “pesos pesados” a quienes hay que
recobrar para “la causa” y la pelota está en el campo del
Delegado, una situación que hay que solventar. Y con esta
zozobra, que es magón a nivel sanitario, la buena nueva del
incremento del presupuesto en el Contrato de Gestión ha
caído cómo maná celestial y ha consolidado la figura del
director territorial en su versión negociadora. De hecho
opino que somos los únicos españoles que hemos visto uno de
nuestros presupuestos incrementados en “algo” y es meritorio
cuando la sanidad, que ha sido hasta ahora el despiporre,
está sufriendo severos ajustes en toda nuestra geografía,
mientras que a Ceuta le aumentan los dineros para la gestión
sanitaria ¿Y por qué? Respuesta a nivel ministerial: “Porque
algo tendrá el agua cuando la bendicen” añadiendo eso de “es
mejor caer en gracia que ser graciosos”. Un 4,34% más. Y
somos los únicos
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