Los rocieros ceutíes que acompañaron a los integrantes de la
Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta al encuentro
con la Blanca Paloma regresaron ayer a la ciudad después de
cinco intensos y emotivos días de perergrinación, cánticos,
rezos y reencuentros. Alrededor de las 19.40 horas todos
estos rocieros llegaban a Ceuta, llevando en procesión el
Simpecado hasta la parroquia de Santa Teresa.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta, con el
corazón dividido entre la alegría de haber podido
reencontrarse con la Blanca Paloma y la tristeza de un
“hasta el año que viene”, llegó ayer por la tarde a la
ciudad, alrededor de las 19.40 horas, después de la
peregrinación realizada este año.
Una vez en el puerto ceutí y desembarcada la carreta con el
nuevo Simpecado, los rocieros caballas marcharon en
procesión desde el Puerto hasta la Parroquia de Santa Teresa
para depositar como se merece y en su altar, esta importante
insignia de la cofradía, la cual ha realizado su primer
camino ya que la hermandad lo ha estrenado con motivo de la
celebración del 25 aniversario de su fundación.
Poco antes de cumplirse las 20.00 horas, los rocieros
ceutíes, con sus cánticos a la Blanca Paloma, llegaron a los
aledaños de la Parroquia de Santa Teresa, y en un emotivo
acto volvieron a dejar el Simpecado en su preferente lugar,
dándose así por concluida la peregrinación de este año a la
aldea almonteña de El Rocío.
La felicidad de haber regresado bien hasta Ceuta y de haber
cumplido un año más con el siempre deseado encuentro con la
Reina de las Marismas, iluminaba los rostros de todos los
rocieros que acompañaron hasta el último momento al
Simpecado de la Hermandad.
Finalmente hay que mencionar que próximamente los rocieros
celebrarán en la Parroquia de Santa Teresa la Misa de Acción
de Gracias.
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