El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Eugenio Gay
Montalvo, es desde ayer decano de honor del Ilustre Colegio
de Abogados de Ceuta. La decana de los abogados ceutíes,
Isabel Valriberas Acevedo, le cedió el honor de tomar
juramento de posesión a seis letrados. Gay Montalvo tuvo
palabras de sincero agradecimiento y recordó emocionado al
primer decano de honor en Ceuta, Menahem Gabizón Benhamú.
El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Eugenio Gay
Montalvo, fue nombrado ayer decano de honor del Ilustre
Colegio de Abogados de Ceuta, cuya decana es Isabel
Valriberas Acevedo.
El nombramiento de ayer responde al acuerdo adoptado por
unanimidad por la Junta de Gobierno, en reunión del día 20
de diciembre de 2011, en base a los más que relevantes
méritos que concurren en Gay Montalvo y también en su
especial relación con Ceuta.
El nuevo decano de honor tomó juramento a seis letrados:
Rebeca Romero Roel, Antonio Rodríguez García, Javier
Sánchez-Paris Contreras, Alberto Aflalo Wahnon, Sara Said
Atik Hamzaoui y Lucía Magdalena Montes de la Vega.
Junto a Eugenio Gay e Isabel Valriberas, en la mesa
presidencial del acto se sentaron Clara Torrens Fontana, que
actuó de maestra de ceremonias, y Milagrosa Fernández
Martínez, miembros de la Junta de Gobierno.
Eugenio Gay Montalvo, que agradeció la distinción, recordó
cómo le temblaban las piernas cuando prestó el mismo
juramento que hicieron ayer seis letrados en su presencia
hace ya 42 años, en el Colegio de Abogados de Barcelona. Su
trayectoria le hace ser reconocido como el abogado de mayor
prestigio de España, prestigio que se extiende a un
reconocimiento internacional.
El decano de honor tuvo palabras de recuerdo para el hasta
ahora único decano de honor, el fallecido Menahem Gabizón
Benhamú, con quien le unía una gran amistad, como le
testimonió a uno de sus hijos, presente en el acto, Moisés
Gabizón Ponce.
El vicepresidente del Tribunal Constitucional recordó que a
lo largo de su carrera como abogado ha tenido alegrías y
tristezas y cómo incluso estuvo a punto de “dejar la toga”.
Fue invitado a firmar en el Libro de Honor del Colegio de
Abogados y también recibió de manos de Isabel Valriberas un
ejemplar firmado del libro ‘Historia de Ceuta’, así como una
placa de reconocimiento.
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