Menos huelgas, menos
manifestaciones y buscar más soluciones para salir del
problema que tenemos, que no es moco de pavo. Está visto y
comprobado que con huelgas y manifestaciones no se consigue
nada, por mucho que digan los convocantes de las mismas.
Por eso, desde aquí y desde ya, aunque nadie nos haga el más
mínimo caso, seguimos dando lo que a nuestro entender pueden
aportar soluciones para salir de la crisis que estamos
padeciendo todos los españoles.
Una de las muchas soluciones que hemos dado, para ir
poniendo a cada uno en el lugar que le corresponde, ha sido
el que saliesen fuera de los consejos de administración, de
las Cajas de Ahorros, todos aquellos enchufados” políticos y
sindicalistas que nada aportan, pero que se llevan una pasta
gansa por pertenecer a esos consejos de administración.
La cosa, al parecer, ha tenido sus efectos, y ya son varias
las cajas que han decidido prescindir de todos estos que
nada aportan e ingresar en esos consejos de administración a
personas preparadas y conocedores del sistema económico, con
capacidad para decidir a quién o quiénes se les puede
conceder un crédito, sin tener en cuenta que, los
favorecidos con ese crédito, sean familiares o amiguetes de
algunos de los pertenecientes a esos consejos. Zapatero a
tus zapatos.
Es más, el Fiscal General del Estado, tiene la pretensión de
investigar la gestión de las cajas de ahorros, sobre todo en
la renumeración de los directivos. Cosa que aplaudimos, pues
no es de recibo, que quienes han llevado a la ruina a las
cajas se lleven “calentito” millones de euros..
Ya hay un proceso en marcha contra el Comité de Dirección de
Caja Segovia, al frente del cual estaba el presidente de la
entidad, Manuel Escribano. La Audiencia Provincial de
Segovia ha revocado el archivo de una denuncia de UPyD y
otra de la Fiscalía e investiga si estos directivos inflaron
desmesuradamente sus sueldos para tener derecho a una más
amplia prejubilación. La de Escribano ascendía a 12 millones
de euros.
La Audiencia considera que hay indicios de delito de
administración desleal. Aunque a decir verdad, Caja Segovia,
ni quebró ni fue intervenida y ahora está integrad en Bankia.
Lo único que hay que desear es que la investigación se haga
sin interferencias para que se diluciden las
responsabilidades penales que correspondan. Ojalá, Caja
Segovia, sea el inicio de un proceso que haría un gran favor
al sistema financiero, porque ayudaría a recuperar su
credibilidad y la confianza en los ciudadanos que se darían
cuenta de que los desmanes con su dinero tienen su castigo.
Según dicen los entendidos el 70% de las entidades bancarias
de nuestro país, gozan de buena salud. Nos queda ese 30% a
los que habrá que prestarle algún apoyo.
Sin modestia alguna, pues sigo pensando que la “falsa
modestia” es el escudo protector detrás del que se ocultan
todos los inútiles, mis soluciones a algunos problemas, se
van cumpliendo. Pero hay una, quizás la más importante, las
subvenciones a partidos políticos, sindicatos y empresarios,
que falta por llevar a cabo.
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