Con gran alegría y felicidad iniciaba ayer la Hermandad de
Nuestra Señora del Rocío una nueva peregrinación hasta la
aldea almonteña, aunque esta romería irá marcada por la
celebración del 25 aniversario de la fundación de la
Hermandad y recordará a esos fieles romeros que por diversos
motivos ya no están con la Cofradía pero que siempre
formarán parte de su historia.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta inició
ayer su tradicional peregrinación hasta la aldea almonteña,
pero lo hizo con la alegría de celebrar su cuarto de siglo
como filial de la hermandad matriz, desde que hace 25 años
varios fieles rocieros, movidos por la fe y devoción a la
Blanca Paloma fundaran la Hermandad de Nuestra Señora del
Rocío de Ceuta.
Varios de aquellos fundadores hoy ya no se encuentran entre
los hermanos, pero siguen vivos en el corazón de la
hermandad.
Ayer, esa alegría por cumplir 25 años como filial de la
hermandad matriz del Rocío, era patente en todos los
rocieros ceutíes que recobraron su antiguo itinerario por
las calles de Ceuta y fueron anunciando su marcha a toque
del ‘pitero’ y de los cohetes lanzados al cielo ceutí.
La hermandad iniciaba su recorrido en la Parroquia de Santa
Teresa, donde tiene su sede, a las 9.00 horas y era el padre
David, director espiritual de la Cofradía, quien daba el
pistoletazo de salida a una nueva peregrinación con el rezo
de unas oraciones ante el nuevo Simpecado bordado en oro por
los Sucesores de Esperanza Elena Caro.
Durante el itinerario el Simpecado fue llevado hasta la
Iglesia de Madre de Dios de la Palma, donde la hermandad de
la Pollinica despedía, junto a los niños del colegio Vicente
Aleixandre que cantaron y recitaron poesías, a la Virgen del
Rocío. Posteriormente la cofradía continuó su itinerario
hasta la Casa de Hermandad de Medinaceli, donde se
aglomeraban numerosos ceutíes y donde esperaba la restaurada
carreta para que fuera entronizado el Simpecado.
El caballo que estaba destinado a tirar de la carreta no se
lo puso fácil a los rocieros y retrasó a la hermandad al
provocar algún que otro incidente cuando se estaba
procediendo a su enganche.
Una vez subsanado, el problema, y tras ser entronizado el
Simpecado, alumnos de Santa María Micaela cantaron para
despedir a la Cofradía que continuó su itinerario por el
interior de los Jardines de la Argentina, para dirigirse
posteriormente hasta la plaza de África, Jaúdenes, Colón y
plaza de los Reyes. Una vez allí, la cofradía emprendió el
camino hacia la Iglesia de África y durante su recorrido los
alumnos de La Inmaculada y San Agustín salieron al encuentro
para recitarles poesías, cantarles y entregar ramos de
flores para el Simpecado.
Por último, alrededor de las 11.45 horas, la carreta con el
Simpecado y el cortejo de rocieros llegaban a la puerta del
Santuario de Nuestra Señora de África donde fueron recibidos
por las máximas autoridades de la ciudad que desearon a los
rocieros una buena peregrinación al reencuentro con la
Blanca Paloma y un feliz regreso.
Tras el encuentro con las autoridades, el vicario general de
Ceuta en funciones, Francisco Correro Tocón, ofició en el
Santuario de la Patrona la tradicional misa de romeros y
durante la Eucaristía se procedió a la bendición de la
pequeña talla de la Virgen de África que exornaba el frontal
de la carreta.
Por último, los rocieros continuaron su itinerario hasta
llegar al puerto de Ceuta donde embarcaron en el ferry que
partió de la ciudad a las 14.30 horas.
Hoy, la Hermandad ceutí continuará su peregrinar y tiene
previsto llegar por la tarde a la aldea almonteña donde
tiene su casa en la plaza de Doñana, al lado de la hermandad
de Sevilla.
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