Parece un sarcasmo. En plena época de crisis y “recortes” a
diestro y siniestro en los sueldos de trabajdores de
empresas municipales, no deja de ser paradójico que haya un
“remanente” (o sea, dinero “sobrante”) en una partida
destinada a invertir, a comprar. Y no se trata de algo
estrictamente imprescindible, de algo imperioso, de algo
inaplazable. Es una forma de no “desaprovechar” un dinero
que estaba ahí y, como hay superavit, como dice algún
dirigente de la de Televisión Pública, pues se aprovecha.
Mientras, ya les han sido entregadas a los representantes de
los trabajadores las tablas de descuentos que se aplicarán a
las nóminas de los empleados de sociedades municipales más
pronto que tarde. Un “recorte” que no va a ir más allá de
los 3.000 euros mensuales para toda la plantilla de RTVCE
cuando ahora se habla de una inversión que al parecer, no se
ha podido hacer por fases, sino que ha ido de golpe, con
120.000 € para equipamiento.
Llegados a este punto cabe preguntarse también: ¿Dónde irá
el viejo material? ¿Por qué no se vende y así se obtiene
cierta rentabilidad? ¿Estamos o no para tirar cohetes?
Dígase todo claro.
Se está dando un espectáculo esperpéntico con la A.D. Ceuta
de promesas incumplidas y de rigor presupuestario y ahora
salimos por éstas. Ni hay coherencia ni sensatez alguna en
los que claman crisis por doquier. Aquí parece que sólo se
obtiene una conclusión: a los trabajadores hay que
fastidiarlos sí o sí, lo demás no cuenta y si es preciso
gastar para comprar “aparatos”, pues se gasta.¡Qué más da!
Un ejemplo lamentable, y puestos a ser demagogos,
entréguesen esos 120.000 € a Cruz Roja para su campaña de
alimentos a los más desvalidos. Eso sí sería solidaridad con
los más débiles.
Debe ser que hay lecciones que no se aprenden nunca y ésta
es una de ellas: decir una cosa y hacer la contraria.
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