Como siempre, genio y figura, e
incluso, en este caso, más, como no podía ser de otra forma.
Y es curioso que aquí se quiera matar al mensajero y no “a
quienes escribieron la carta”, porque doña Esperanza, una
extraordinaria presidenta de una gran Comunidad Autonómica,
no hubiera dicho nada, si no aparece en algún medio de
comunicación una foto, con varios “padres de la patria”, así
va el país, provocando y apoyando que mañana, en el
encuentro de la final de la Copa del Rey, se pite a la hora
de interpretar el himno nacional o se abuchee al Rey o al
Príncipe, si es que va éste en representación de su padre.
Y no hay que sacar de contexto las manifestaciones de
Esperanza Aguirre, pero tampoco debe importarle demasiado
que desde las izquierdas o desde ciertas hordas de los
separatas, o incluso alguien de su partido, gilipollas los
hay en cualquier parte y el PP no está excluido de tener
alguno también, se echen las manos a la cabeza y hablen de
otras cosas más importantes que el fútbol, sin más.
Esperanza Aguirre, española ella, y con un alto cargo de la
administración española, defiende, protege, honra y quiere
que todos honren las instituciones y los emblemas de este
país que es España.
La progresía barata de este país se ha escandalizado cuando
en algún campo de la geografía española a algún jugador se
le ha pitado o contra él se han hecho gestos que denigran a
las personas o a determinadas razas. Está bien, muy bien,
rechazar esos gestos racistas, xenófobos o como quiera que
se consideren, pero por la misma regla de tres habrá que
proteger nuestros signos, nuestras instituciones y no
tolerar que cuarenta o cuarenta mil gamberros vengan a
denigrar, en nuestra propia casa, nuestras instituciones.
Mi apoyo total a Esperanza Aguirre y mi rechazo más profundo
a los “padres de la patria” de la famosa foto y a todo aquel
que trate de menospreciar nuestras señales de identidad.
La serie de gentes escandalizadas por las palabras de
esperanza Aguirre es casi interminable y de ellos vamos a
sacar tres o cuatro, por ser más significativos que los
demás:”Todos los culés pueden expresar libremente sus
pensamientos en la final, pues no faltaría más”, palabras
del presidente del Barcelona, Sandro Rosell. Por supuesto
“expresar libremente los pensamientos”, pero no ultrajar
ningún tipo de institución o signo de la integridad de
España.
“No me gustan los pitos, pero tampoco el “vascos moriros” de
algún estadio de Madrid”, Antonio Basagoiti, presidente del
PP vasco. Este hombre algo tiene que decir, pero mejor
habría estado calladito, porque ni con la bandera de España,
ni con el himno se ha insultado jamás a los vascos.
Para terminar:” Una presidenta de comunidad autónoma tiene
que hablar con mucha más sensatez”, palabras de Idoia
Mendía, del Gobierno Vasco. Se equivoca doña Idoia, porque
si algo ha tenido Esperanza Aguirre ha sido sensatez, cuando
ha dicho:”Se debe suspender la final y jugarla a puerta
cerrada si hay ultrajes a la bandera o al himno”. Algo que
comparto totalmente, como comparto que si no les interesa la
Copa de SM el Rey podrían no jugarla y otros con mucha mayor
sensatez y dignidad la jugarían, además de que sus
aficionados podrían portar las banderas de España y
respetarían nuestro himno nacional.
Ni que decir tiene que, desde aquí, mostraremos nuestro
total rechazo a la falta de respeto hacia la bandera o el
himno de todos los españoles, también de los vascos o
catalanes.
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