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política - MIÉRCOLES, 23 DE MAYO DE 2012


El condenado, Ángel José P.G. reduan.

sentencia
 

Anuncian recurso contra
una pena de 10 años por el
crimen de San Amaro

El letrado que defiende a Ángel José P.G. entiende que su patrocinado debería ser ingresado en un centro penitenciario psiquiátrico para cumplir la sentencia
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Diez años de prisión son los que tendrá que cumplir Angel José P.G., de 20 años, por el asesinato de su padrastro en mayo de 2010, en la barriada de San Amaro. Le acuchilló con un cuchillo jamonero de 23 centímetros de hoja mientras este dormía, provocándole una herida que le causó la muerte por shock hipovolémico. Los atenuantes de incapacidad volitiva y de confesión espontánea ante la policía han sido apreciados por la Sección VI de la Audiencia Provincial, tras el veredicto de culpabilidad del jurado. La defensa pretende que cumpla la pena impuesta en un centro penitenciario psiquiátrico.

La defensa de Ángel José P.G., de 20 años, condenado a 10 años de prisión por el asesinato de su padrastro en mayo de 2010, en el conocido como crimen de San Amaro, anunció ayer que recurrirá para que el joven cumpla su sentencia en un centro penitenciario psiquiátrico.

El joven fue considerado por un jurado popular como culpable de haber asesinado a su padrastro, Francisco José Forés, con un cuchillo jamonero en la vivienda familiar en la que ambos residían.

La sentencia que ha firmado el magistrado de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, Jesús Carlos Bastardés en base al veredicto del jurado ha considerado como atenuante, en primer lugar, la disminución de la capacidad mental del joven, que padece síndrome de Asperger. En efecto, también la Fiscalía había rebajado la pena inicial de 20 años de prisión a 15 entendiendo probada dicha circunstancia. La nueva rebaja en la pena se produce teniendo en cuenta el atenuante de confesión, ya que el joven admitió los hechos ante los policías que le detuvieron horas después del crimen y también en la primera declaración judicial. Sin embargo no fue tan colaborador en la vista oral en la Sección VI de la Audiencia Provincial, por lo que el Ministerio Fiscal se opuso a que se considerase tal atenuante. Finalmente, el magistrado accedió a ello.

Se da la circunstancia de que la sentencia fue dada a conocer en la tarde-noche del lunes, aunque la defensa aún no tenía notificación de la misma a mediodía de ayer, por lo que se podría haber producido una disfunción en el proceso de notificación del fallo del magistrado.

Los hechos se producían el día 26 de mayo de 2010, en el domicilio familiar en la barriada de San Amaro.

Ángel José estuvo todo el día fuera de casa -su madre, su padrastro y su hermano pequeño volvían ese mismo día después de pasar una semana en la Romería de El Rocío- junto con un amigo, al que en repetidas ocasiones le puso de manifiesto su intención de matar a su padrastro.

De hecho, le llegó a preguntar si conocía a alguna persona en la barriada Príncipe Alfonso que pudiera acceder a matar por encargo. También, en un establecimiento de la Gran Vía, la misma tarde del día 25 de mayo, intentó incoherentemente comprar una pistola para perpetrar el asesinato. Finalmente, en torno a las 03.15 horas de la madrugada ya del día 26 de mayo, se introdujo subrepticiamente en la vivienda familiar.

En primer lugar fue a la cocina, donde se hizo con un cuchillo jamonero de 23 centímetros de hoja. Posteriormente fue a su cuarto. Se desvistió, quedándose en calzoncillos, y se enfundó las manos en unos guantes. Semidesnudo, caminó por el pasillo de la vivienda, se introdujo gateando en un cuarto en el que se había quedado dormido su padrastro, y tras pensar varios minutos qué iba a hacer, se alzó y asestó un golpe brutal con el cuchillo, que atravesó de parte a parte a la víctima.

La hoja entró por el último espacio intercostal izquierdo, afectando la irrigación sanguínea del bazo, y salió por la espalda. La muerte de la víctima, que no fue instantánea, se produjo por shock hipovolémico, esto es, por una pérdida masiva de sangre.

Los esfuerzos de los equipos médicos para salvar la vida de la víctima fueron infructuosos. Ángel José P.G., después de forcejar con su hermanastro y su abuelo, que se habían levantado al escuchar los gritos de la víctima una vez apuñalada, se escapó de la casa y fue hasta la puerta de la pensión El Cateto, donde se quedó esperando a la policía tumbado en un banco, al aire libre.
 


El jurado apreció la culpabilidad por un delito de asesinato

El jurado popular que intervino en el juicio por el denominado crimen de San Amaro apreció la culpabilidad del acusado, después de cuatro días de proceso en los que escucharon los testimonios del propio autor de la agresión mortal, así como de familiares, un amigo del acusado, médicos y agentes de policía. Se trató de un juicio en el que la principal baza de la defensa era la falta de capacidad intelectual del joven acusado -tiene actualmente veinte años y contaba sólo con dieciocho en el momento de perpetrar la mortal agresión-, que padece el denominado síndrome de Asperger, una especie de autismo atenuado. Otra de las bazas de la defensa fueron los supuestos malos tratos habituales que sufría el joven que finalmente acabó con la vida de su padrastro.
 

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