El pasado mes marzo, cuando este
periódico hizo públicos los anuncios de deshaucio a
adjudicatarios de VPO de Loma Colmenar y Poblado Regulares,
reclamamos paciencia y buen tino al Gobierno de la Ciudad a
la hora de cobrar los pagos atrasados de los pisos de
protección oficial. Y así ha sido.
Pero, ¿qué pasa con los 17 vecinos de Loma Colmenar que,
quitando de donde no tienen, esforzándose y luchando siempre
han pagado? Pues no pasa nada, tan sólo que han hecho el
“primo” no previendo la “moral asistencialista” del Gobierno
del PP ceutí, que según alemanes y franceses es el tipo de
conducta institucional capaz de desmotivar a los ciudadanos
a la hora de aplicar sacrificio, entrega, voluntad y trabajo
para prosperar. Conviene no olvidar que el Gobierno de Vivas
ha sido responsable, durante muchos años, de no seguir de
cerca el cumplimiento de los pagos para no dar lugar a que
se acumulen cantidades importantes. Esos si, ¡ahora han
quedado de bien...! Buenos, buenísimos y buenistas, pero no
hay que olvidar que su comportamiento ha sido muy poco
riguroso al haber permitido unos impagos de años sin
realizar las pertinentes gestiones en su momento.
Buenos, buenísimos y buenistas, lo suficiente cómo para,
este año 2012, ponerse las pilas cómo lo hace cada año la
Junta de Andalucía y traer para Ceuta un buen puñado de
contratos para que los parados vayan a trabajar a la
vendimia francesa y vuelvan a sus casas con unos buenos
miles de euros. ¿No lo hacen los Gobiernos de Andalucía y
Extremadura? ¿No viajan cada año más de 600.000 españoles a
partirse la espalda donde los franchutes para volver con muy
buenos jornales ganados? Y con esos jornales las familias
“tiran” y quien tiene una VPO puede pagarla dignamente, cómo
se hace en toda España.
Díganme cuantos parados del ladrillo español, en todas
nuestra geografía, se están viendo obligados a meterse a
chatarreros y a cartoneros para ese “ir tirando”. Porque en
la Península quienes reciben los 400 euros se consideran
afortunados y por lo menos tienen para el billete de autobús
que les lleve a la aceituna de Jaen, o al brócoli de Murcia
o a la naranja valenciana o al duro campo leridano donde los
extremeños están sustituyendo a los jornaleros africanos. La
vida no es fácil. Precisamente porque la mayoría de los
Gobiernos Autonómicos son poco asistencialistas y grandes
partidarios de buscar contratos para que sus parados salgan
a buscarse la vida dignamente.
Porque ya conocerán el detalle insignificante de que los
billetes no los fabrican dándole a la manivela sino que cada
billete es una gota de sudor de los impuestos de un
currante.
¿Y piensa el Gobierno de Juan Vivas y su dadivoso
viceconsejero, Manuel Carlos Blasco, que ampliar una
hipoteca a 50 años es mejor que ofrecer un buen contrato de
trabajo para traerse dinero de Francia o de la fresa de
Huelva? Según. Quiero decir según el criterio que se siga y
se persiga. Y según me cuentan el criterio personal del
viceconsejero se acerca más al “gratis total” que al
sacrificio, entrega, voluntad y trabajo.
¿Imaginan lo felices que serán los contribuyentes españoles
cuando trascienda lo generoso que es el Gobierno del PP
ceutí? Con la alegría les costará menos pagar sus hipotecas
y sus créditos, amen de sus impuestos directos e indirectos.
Este Gobierno y su dadivoso viceconsejero son unos benditos.
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