Y que nadie me diga que no estamos
en una situación en la que, especialmente, desde las
izquierdas se ha montado un auténtico acoso y derribo al
Gobierno del PP.
Hace seis meses que, con una mayoría aplastante, Rajoy
ganaba unas elecciones generales. Tardó un mes en hacerse
cargo del país, que según ha venido demostrando estaba como
una era. La toma de posesión, para empezar a gobernar era
las vísperas de las Navidades.
Pues bien, antes de los cien días de que el PP estuviera en
el Gobierno ya tenían frente a ellos una huelga general que
fue un fracaso, pero ahí estaba. Los sindicatos de clase
empezaban a intentar desgastar al Gobierno, desde el primer
día.
Y ahora la siguiente. Dos meses más tarde, ahora los
sindicatos de clase y a remolque alguno de los otros, que es
en lo que se dejan ver, proponen la segunda de las huelgas,
en este caso de la Enseñanza. Ya veremos el éxito que tiene.
Me voy a anticipar a decir que el éxito va a ser similar al
de la anterior, con lo que nada más pasar de hoy ya habrá
quien esté tratando de montar una tercera, o una cuarta, sea
de donde sea y sea para lo que sea, con el único fin de
haber intentado gastar toda la fuerza de un Gobierno, y sin
darle tiempo a poder llevar a buen puerto sus compromisos.
Y uno, viendo las argumentaciones que se hacen, no puede más
que llevarse las manos a la cabeza y decir, pongamos por
caso,”tras esta puede llegar una de la Guardia Civil y luego
una de los bomberos y a continuación otra de los tratantes
de ganados”.
Veo en un artículo publicado ayer sobre la huelga de hoy,
artículo escrito por alguien que hoy estará de huelga:” por
los opositores que no tendrán la posibilidad de una oferta
pública de empleo”. Me parece muy bien esa solidaridad con
quienes quieren llegar a ganar unas oposiciones, pero para
ganar esas oposiciones tendrán que existir plazas y si no
las hay, no tienen otro camino que buscar el momento en el
que haya o coger otro camino.
No todos los que quieren ser notarios o registradores de la
propiedad tienen cada semana una convocatoria de oposiciones
para esas notarías o registros de la propiedad, y así
podríamos llegar hasta el infinito, con otras carreras y
otras profesiones.
En otra parte de un escrito sobre esta huelga veo:” Todos y
cada uno de nosotros vamos en el mismo barco”. Según y como,
porque yo con 43 años ejerciendo en la Enseñanza y sin haber
estado liberado ni un segundo, no voy a ir jamás en el barco
que fleten unos sindicatos y que para darle algo que hacer a
sus liberados, de vez en cuando, les entretienen con algo,
como puede ser esta huelga, o con algo parecido para que se
vea que existen, porque en otras muchas cosas no están
ocupados.
Llegados a este punto, ni me pongo, ni me voy a poner al
lado que marquen unos sindicatos que hace siete meses veían
como bueno lo que había y hoy, en eso mismo, empiezan a ver
en ello la piel del diablo.
Estamos a finales, casi a finales de curso, y un día que
podría venir muy bien a todos, en parte se va a perder, con
lo que el Gobierno, si no lo sabía ya lo sabe empieza a
batir records, que ya veremos a donde llegan en sus años de
mandato, al menos en el capítulo relativo a las huelgas que
les vayan programando. Sea como sea, conmigo que no cuenten,
yo no secundo la huelga.
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