Todo lo que golpea.... queda
destrozado.... esa era la frase del entrenador de Ivan
Drago, aquel personaje siniestro y descomunal que eligió
Sylvester Stallone para su cuarta entrega... Dolph Lundgren,
encandiló al mundo con su interpretación y como siempre,
“Rocky” era el que ganaba al Capitán Ruso..
Desde hace mas de veinte años, uno se pega un machaqueo con
los hierros, sube y baja escaleras, andando las calles de
Ceuta de pe a pa, correr y correr, aunque duelan las
articulaciones, y pesas y vengan pesas, aunque, uno va
viendo la gente joven que va abriendo paso y dice uno ,
joder ya van entrenando estos bichos, y les digo que :
siempre os acompañe la mente a ese cuerpo descomunal, que lo
sepa gobernar, que nunca se os vaya la pinza...
Hace ya cinco años, un joven mulato vestido del Athetic de
Bilbao, fue el que me retiró del futbol y algunos dirán y
eso como es posible, ¿ que pasó que el moreno, te hizo una
entrada como la de Goiko a Maradona ?, no simplemente que
aquello ya no estaba para uno, eso de mendigar un partido de
futbol en la marina, un balón que te llega mal, te hace un
extraño y se te cuela, y que llegue un angelito a
cachondearse de uno ?.... y esa fue la frase que me dije ¡
hasta aqui hemos llegado !, si hasta los mismos jovenes,
increparon al chaval, como diciendo pero ¿ que haces si el
hombre se le ha escapado el balon en un bote?...
Y llegó una de estas tardes de estos dias que está, pegando
el solanero que es un gusto y me apeteció darle toques a un
balón, de esos que me regalaron y tengo guardado en el
maletero, lo inflo en la gasolinera, lo llevo a la playa, y
allá que me encuentro esas docenas de jovenes imberbes, que
increpan a gritos a las chicas, ya se perdieron los
galanteos, el señorío y la amabilidad, ahora se hablan de
pajas , anorexicas, ordinarieces y desvaríos, y como que, me
ensimismé con mi balón, hice mis ejercicios y mis golpeos a
la pelota, contra la pared de la Ribera, como si de una
rabia contenida, fuera yo el culpable de todos los males del
mundo, aunque siempre me dicen mis verdaderos amigos,
Javier, solo tendrás la culpa de lo que tu creas, no del
resto de los males que cada uno-a hizo en esta vida o en
otra ....
Con la izquierda, con la derecha, mas alto, mas bajo, mas
fuerte, mas suave, y recordando, que este verano, deseaba
caer reventado, deseaba caer extenuado, porque ya no podía
más con esos caminos del Monte Calvario, que mis chorros de
sudores, fueran a acabarse en sangre derramada porque de la
alegría se pasa a las penas, en un momento de fantasía...
Como si soñar no fuera a estar permitido en esta vida, si
cada vez que me encuentro a alguien y cambiamos opiniones,
cada uno lleva su Cruz y su Penitencia...
El sol fue haciendo de las suyas, la camiseta me pesaba, los
sudores me colgaban, y fui mirando el reloj, y a ver quien
caia antes, la arena, la pared, los gritos que penetraban en
los timpanos, de toda la juventud, en sus rebullascas
pubertinas, y cuando ya fui a rematar de cabeza el balón,
pude comprobar delante de mis ojos , que las costuras iban a
estallar, y que aquello había llegado a su fin, el balón iba
a reventar, y como en esta vida, todo tiene fecha de
caducidad, todo tiene un principio y un fin, y aquel balón
que tantas historias guardaba, buenas y malas, suspiros y
pasiones, lo dejé varado en la arena, ¡ el que lo coja pa el
! como si fuera la “reboloina” de la vida...
Por la tarde, hasta las zapatillas que había utilizado ya me
molestaban, para ir acabando con esos tormentos del pasado,
tambien lo puse para el “jae” que monta guardia, en los
contenedores del barrio, para llevarse lo que tiran los “panioles”,
de un plumazo, allá se quedaron unos recuerdos con sus
sudores, gemidos y rabias, tanto que de la fuerza que tenía
guardada, “reventé el balón” y como aviso a navegantes,
volvamos al principio del artículo, no vaya a ser que
alguien quiera probar , la teoría del entrenador de Ivan
Drago...
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