Aunque sea una realidad palpable y
se encuentre detrás de muchas de las difíciles situaciones
que viven los españoles a día de hoy, la crisis económica no
lo explica todo. No explica por ejemplo que se idearan y
pusieran en marcha en su momento, no hace mucho, proyectos
faraónicos de los que se ha gastado dinero en poner unos
cimientos que ahora resultan inútiles. Tampoco explica la
mala gestión de proyectos ya presupuestados y conveniados
entre distintas administraciones, como ocurre en el caso de
Ceuta entre la Ciudad y el Estado, que ha llevado a que unas
obras duren años y años y, a veces, ni siquiera se terminen.
Cada caso habría de ser objeto de estudio detallado, porque
esta ‘herencia’ en todos los casos perjudica a los
ciudadanos.
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