La presencia de algún Ministro en el Congreso del PP que se
celebrará hoy en Ceuta, hubiera sido como poco un detalle al
vivero de votos populares que ha sido siempre esta ciudad,
pero desafortunadamente no ha podido ser, aunque nada se
puede alegar ante la presencia de la estupenda Teófila
Martínez. No obstante la afluencia de Ministros a los
Congresos de otras Comunidades Autónomas, en detrimento de
la Ciudad Autónoma de Ceuta que no tiene que demostrar nada
ante la Ejecutiva Nacional ya que todo lo tiene sobradamente
demostrado, es de alguna manera un cortocircuito del
protocolo. Llamarles “malqueda” aunque suene poco halagüeño
no resulta en absoluto fuera de lugar.
De hecho, si era imposible la asistencia de “pesos pesados”
que al menos hubieran mandado al Fiscal General del Estado
que cómo aún no ha metido mano a las arbitrariedades de las
“macrooperaciones” made in Rubalcaba, no debe tener la
agenda excesivamente repleta. O, caso de no poder Torres
Dulce, mandar a Carlos Divar al que tanto le gusta viajar,
aunque lo cierto es que el Poder Judicial nada tiene que ver
con un Congreso Regional y he lanzado el nombre y al
personaje en plan de cortés invitación y por tener a alguien
distinto a quien entrevistar. ¿Se deberá tal vez la ausencia
de “famosos” de la política a que, el nuestro, se trata de
un “minicongreso” de tan solo dos horas? Y no es que se
trate de “vestir al santo” organizando todo un fin de semana
de ponencias, enmiendas, mesas redondas y debates para
culminar con la votación y la elección del candidato, pero
seguro que si el evento político hubiera ocupado todo el fin
de semana, con pernocta en el parador, cenas, almuerzo de
hermandad con los afiliados y ofrenda floral, otro gallo
habría cantado y más de uno no hubiera puesto obstáculos de
“problemas de agenda” para asistir.
También es humano el relegar el tema por tal de no pasar el
Estrecho con viento, pegarse el madrugón, cuatro horas
sentados y “de vuelta para atrás” como dicen los
gibraltareños. Pues con todo y con eso el minicongreso que
consagrará a Juan Vivas como cabeza del Partido a la par que
de la Ciudad, presenta ponencias muy interesantes, aunque
bastante escasas ya que podían haber ampliado al menos a un
par más que trataran sobre otros temas también candentes y
gente capacitada para ser buenos ponentes no faltan en el
partido en Ceuta. También supone un cierto alivio ver
erradicadas las pretensiones de bicefalia, aunque, para que
lo vamos a negar, todos los asistentes hubieran disfrutado
viendo defender sus postulados “al otro” porque las
discrepancias y los enfrentamientos por muy corteses que
sean, siempre proporcionan “vidilla” y entretienen a los
compromisarios. Pero no hay mal que por bien no venga,
porque se trata de lo que siempre se ha anhelado que es de
dotar al PP ceutí de una cohesión y un equilibrio que son
imprescindibles para seguir evolucionando y llegando a más
ciudadanos. El PP no es un club con el “reservado el derecho
de admisión” sino una idea, unos ideales, unos valores y
unos principios que están ahí, para que los disfruten
quienes los quieran. Un manantial luminoso en el que todos
podemos llenar nuestro recipiente, lo que sucede es que unos
llegan para llenar un vaso, otros una jarra y los más
comprometidos, un camión cisterna. Y Teófila es seguro que
dará una buena lección de elocuencia política. Así que
buenas ponencias y en definitiva lo bueno si breve, dos
veces bueno.
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