Durante mucho tiempo, es decir,
durante años, fui preguntado por los meritos que había hecho
Mohamed Alí para que fuera siempre noticia destacada
en este periódico. Y, créanme, que tenía que hacer malabares
para hallar una respuesta que me permitiera salir del trance
sin menoscabo alguno ni para ‘El Pueblo de Ceuta’ ni para
mí.
Así, cada vez que se me tiraba de la lengua, me tomaba el
tiempo preciso para no desatinar, que era lo que el cuerpo
me pedía. De modo que tras contar hasta diez, respirar
hondamente, y lograr el sosiego conveniente, contestaba ya
con celeridad: Mire usted, decía yo con cierto aplomo, creo
que quien mejor puede informarle de ese asunto es Gonzalo
Testa; periodista de ‘El Pueblo de Ceuta’ que se bebe
los vientos por el líder de la UDCE.
Raro era el día en el cual Gonzalo Testa no le dedicaba dos
o tres páginas a la Unión Democrática Ceutí. Su trabajo
consistía, por encima de todo, en hacerle el artículo a MA.
Y, además, supo servir de nexo de unión entre UDCE y el
Partido Socialista del Pueblo de Ceuta. Debido a que GT, que
alardea de ser estalinista, sentía y siente verdadero
devoción por Juan Luis Aróstegui.
En ocasiones, me dirigí al editor de este medio, en el cual
llevo escribiendo la tira de años, para decirle que me
parecía excesiva la atención que se le venía dispensando a
Mohamed Alí por parte de GT. Y argumentaba mi parecer de la
siguiente manera: el líder de la UDCE es persona poco
agradecida. Y tampoco es de fiar.
El editor de este medio, José Antonio Muñoz, tardaba nada y
menos en llevarme la contraria. Haciendo una defensa a
ultranza de la manera de ser de Mohamed Alí. Todavía me
parece estar oyéndole a Muñoz enumerar las cualidades que le
adjudicaba al hombre que, tras dar muchos tumbos en su
actividad política, acabó echándose en los brazos de otro
tipo que deja mucho que desear en su quehacer político.
El editor de ‘El Pueblo de Ceuta’, JAM, creyó siempre
que Mohamed Alí era persona de bien. Con la que cabía
sincerarse e incluso llegar a acuerdos. Craso error el
cometido por el editor y presidente, además, de la
Asociación Deportiva Ceuta.
Mohamed Alí jamás tuvo en cuenta el buen trato que se le
dispensaba en este medio. Sino todo lo contrario. De hecho,
siempre mostró sus querencias por otros medios y no dudó en
ponerse de parte de la Federación de Fútbol de Ceuta. En
todo momento, ávida de aversión hacia el presidente del
primer equipo local.
Mohamed Alí, sometido a las directrices marcadas por el
secretario general de CCOO, porque éste, según Alí, le ha
facilitado el acceso a personas importantes (!), ha sido el
único político de la oposición que se ha mostrado en contra
de la AD Ceuta. Y, por tanto, en contra de las reclamaciones
de su presidente. Mientras que Carracao, Domínguez y
Mizzian, pertenecientes a PSOE, UpyD y PDSC, se han
manifestado a favor de que Juan Vivas cumpla con los
compromisos contraídos.
Mohamed Alí, con sus declaraciones, amén de desagradecido,
se nos ha revelado como un político carente de recursos. Un
político que está convencido de que bajo el manto protector
de Aróstegui tiene ganadas las simpatías del periódico
decano. Donde me consta que lo tienen catalogado como… lo
que es. Bueno, MA se ha retratado.
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