La Parroquia del Valle se convirtió ayer en un improvisado
teatro en el que los jóvenes pertenecientes al primer curso
de catequésis para la Primera Comunión escenificaron la
aparición de la Virgen María a Santa Catalina Labouré, monja
perteneciente a las Hijas de la Caridad. Tras el acto, los
pequeños recibieron de manos del párroco Cristóbal Flor la
Medalla Milagrosa .
Alrededor de las 17.30 horas la Parroquia de Nuestra Señora
del Valle se convertía en un improvisado teatro de la mano
de los jóvenes que este año se encuentran cursando el primer
año de catequesis preparatorios para recibir su Primera
Comunión.
Por iniciativa de las catequistas, los 18 jóvenes que se
preparan para recibir el año que viene su Primera Comunión,
escenificaron la aparición de la Virgen María a la monja de
las Hijas de la Caridad, Santa Catalina Labouret, ante la
atenta mirada de familiares y amigos que se dieron cita en
la pequeña Parroquia.
Las catequistas han querido hacer coincidir esta
representación con el mes de María y para ello han venido
preparando con los chavales esta pequeña obra de teatro en
la que pudieron demostrar sus dotes artísticas.
Finalmente, el padre Cristóbal Flor, se dirigió a los
presentes e impuso a los jóvenes la Medalla Milagrosa,
apelativo que recibió gracias a los favores celestes que
acompañaron la difusión de la misma.
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