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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 16 DE MAYO DE 2012

 

OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

El IRPF y la Iglesia
 


Domingo Ramos
domingoramos@elpueblodeceuta.com

 

Desde hace cuatro o cinco años, vengo colaborando de manera regular en este diario que me dio así la oportunidad de expresar mis opiniones políticas, culturales, religiosas, deportivas o de cualquier otra índole que, libremente, he querido ir exponiendo, como digo, con cierta regularidad. Pero esa regularidad se ha truncado durante los últimos meses. Mas bien se ha adaptado a mis nuevas circunstancias, que vienen dadas por la enfermedad grave de mi hija a la que, por encima de todo, he dedicado, con su madre, sus hermanos, hermanos políticos, amigas (¡cuanto amor y entrega le vienen dedicando May Pizones, Clemen Rocaber, así como todos sus compañeros de la Tesorería Territorial de la S.S.!) todo el tiempo necesario para su atención y tratamiento. Ha sido un ir y venir a hospitales (Galvez, Xanit Internacional, Hospital San Antonio, Clínica Croasa, Hospital Santa Ana, Clínica Delfos), y otros centros de análisis o tecnológicos para la detección de la grave enfermedad de la que se encuentra en tratamiento y, gracias a Dios, en avanzado estado de curación. “En la necesidad es donde se demuestra la amistad” (según el dicho popular) y a mi hija y toda la familia se lo han demostrado con creces todos sus amigos.

Pero esta primera aparición en nuestro diario después de tan larga ausencia, se me ha planteado al oír los comentarios mediáticos de la asignación tributaria a la Iglesia Católica a través de la declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas y, fiel a la costumbre que me he impuesto año tras año, me veo en la obligación de comentar, siquiera sea para animar su participación a la ciudadanía, la ingente acción que lleva a cabo la entidad religiosa, no solo en nuestra nación sino también en zonas de reconocida pobreza en los lugares mas recónditos de la tierra, de la enseñanza con sus acreditados centros escolares, así como también la asistencia que se presta en hospitales y sanatorios de enfermedades infecto-contagiosas (Hermanas de la Caridad), centros de acogida de enfermos terminales y psiquiátricos que no tienen cubiertas estas prestaciones por la Seguridad Social (Hermanos de la Cruz Blanca), atenciones quirúrgicas y tratamientos de deformaciones congénitas o malformaciones traumáticas (Hermanos de San Juan de Dios), comedores y casas de acogida para inmigrantes, madres solteras, toda clase de desvalidos residentes, drogodependientes y ex-carcelarios, que acuden a estos centros gestionados por la Iglesia donde son atendidos en las demandas mas perentorias de sus necesidades sanitarias, de vestido y alimenticias, todo ello sin distinción de raza, color, religión, ni inclinación política, y sin que sea preciso quitarse la corbata para ello, aparte de la enseñanza y prestación religiosa a mas de mil millones de seguidores de la doctrina de Jesucristo repartidos por el orbe terrestre.

Por todo ello, si nos sentimos solidarios con los mas necesitados por el solo hecho de reconocer y aportar nuestra ayuda a quienes directamente se encargan de facilitarlas a través de la vía fácil de la declaración del IRPF, rellenando la casilla correspondiente, habremos cumplidos para que puedan cubrirse, por medio de aquellos que tan humanitariamente dedican su tiempo y fuerzas principalmente sacerdotes, monjas y seglares sin otro interés que el servicio a Dios, las acciones que tienen encomendadas y que se cubren , como ha quedado dicho, con las aportaciones para el Programa de Sostenimiento Económico de la Iglesia Católica, a través de la citada asignación tributaria del IRPF.
 

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